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La palabra de los campeones

El título supuso la consolidación en la élite del resto castellonense, mientras el alcireño suma su segundo cetro en dos años a pesar de sus 19 cumpleaños

Las palabras de los campeones tienen a menudo mayor relevancia porque el mundo del deporte tiende a premiar el éxito, olvidando la utilidad del fracaso. Es por ello que sobre pilota valenciana una de las visiones más importantes de la actualidad es la que ofrecen jóvenes como Ricard de Villanueva de Castellón o Roberto de Alzira. En el nuevo trinquet de Oliva ganaron la XXIII Liga profesional de raspall, denominado Trofeo Diputación de Valencia, uno de los campeonatos más prestigiosos de todos los disputados en el completo calendario del deporte autóctono. Se enfrentaron en la final dos conjuntos con importante presencia ribereña y con algunos de los jugadores con más historia de la comarca.

Perdió en el balance de los tres partidos el equipo de Ian de Senyera, Moro de Alcàntera de Xúquer y Miravalles de Genovés. Ganó la formación de Ricard de Villanueva de Castellón, Sanchis de Montesa y Roberto de Alzira.

Los dos ribereños valoran el trabajo realizado a lo largo de los años por el Moro en la formación de las nuevas generaciones. En la final «se ganó el público y controlaba la psicología de la partida. Estoy seguro que el año que viene si se encuentra bien y le ponen un buen equipo, volverá —bromea Ricard—. Ha hecho un papel mayúsculo en la pilota de la Ribera», argumenta el pilotari de Alzira.

«El raspall y la escala i corda son dos modalidades iguales que tienen que ir cogidas de la mano en el mundo profesional. También en cuanto a referencia histórica. El raspall llena incluso más los trinquets y mueve más dinero. Hay diferencia en cuanto a la catalogación de los jugadores y eso debería cambiar. Los medios de comunicación han hecho mucho en esa consideración. Hay una nómina de jugadores muy buena y muchos de ellos están dedicados en cuerpo y mente al raspall», aduce Ricard, quien a sus 28 años ha conseguido que el título lo consolide definitivamente en el mundo de la pilota profesional.

Roberto, por su parte, tiene 19 años y una carrera prometedora su continúa con su constancia. Lleva ya dos campeonatos de la Lliga consecutivos y es hoy un punter de referencia, aunque él prefiere dar pasos atrás en el campo para asumir más responsabilidad en el juego. El alcireño ha visto cómo la pilota decae en su ciudad tras la construcción del nuevo trinquet. Y es que cuando el juego sale del corazón de las sociedades pierde gran parte de su capacidad para seguir explicándola, sobre todo ahora en el que la oferta televisiva es casi que insultante. Lo analiza también Ricard en el caso del espacio de juego de Villanueva de Castellón, donde el consistorio valora la municipalización para relanzar el juego.

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