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Parcelas agrícolas para reciclar

El Banco de Tierras de Alzira pretende facilitar el relevo generacional en el campo y recuperar la agricultura entre los jóvenes El perfil de los arrendatarios no sobrepasa de los 60 años

Parcelas agrícolas para reciclar

El Banco de Tierras de la Cooperativa Agrícola de Alzira (Alzicoop) lleva en marcha un año. Actualmente cuenta con 96,6 hectáreas de terreno cultivable, de las que 59 ya están en funcionamiento. El listado de arrendatarios asciende a 14 personas y tienen una lista de espera de 18, ya que las tierras que quedan libres no son del perfil que buscan los nuevos agricultores. Este proyecto agrario tiene como objetivo terminar con el abandono de tierras en la localidad y facilitar el relevo generacional entre los agricultores.

El banco es un sistema de arrendamiento de tierras pensado para aquellos trabajadores de la tierra que no quieren atarse de por vida a un terreno pero que quieren cultivar. El perfil de las personas que optan a este programa no superan los 60 años. La condición sine qua non para optar a ser arrendatario de las tierras que ofrece Alzicoop es ser o hacerse socio de la cooperativa agrícola. Los participantes en este proyecto no cobran ninguna compensación económica por ello, pero quedan exentos de cualquier coste, ya que el arrendatario se compromete a pagar la contribución y los recibos del agua. Alzicoop se encarga de administrar las parcelas de tierra sin cultivar de los propietarios que las ceden y de repartirlas a los arrendatarios interesados en ellas.

La aportación de tierras está bajo unas condiciones que pone la cooperativa agrícola. Si los terrenos son productivos los contratos de arrendamiento son de cinco años, con posibilidad de prorrogar a más si el arrendatario lo desea, y si son terrenos libres de cultivo los contratos son de doce años, también con posibilidad de ampliarlos más tiempo. La gran parte de las tierras más productivas se encuentran en zonas de la huerta de Alzira (partida de Mulata, Cabanes, Pujol) y las libres de cultivos en zonas de la Casella, la Murta o el Pla de Corbera. Los nueve campos pendientes de adjudicación a trabajadores agrícolas se encuentran en zonas del Pla de Corbera, la Murta, la Barraca d'Aigües Vives y el Mas Roig.

El precio del agua en cada partida es determinante a la hora de escoger que tierras alquilar para cultivar. La zona de la huerta es la más asequible, mientras que zonas como el Pla de Corbera o la Murta, donde el litro de agua es más caro, suelen quedar desaprovechadas, ya que los arrendatarios prefieren economizar en gastos. Esta diferencia en los precios del agua se debe al tipo de aguas que riegan los campos, las superficiales, situadas en la zona de huertas y controladas por el sistema de acequias, son más demandadas que las aguas subterráneas, qué necesitan un motor para el riego y por lo tanto los gastos son más altos.

«Otra variante que influye en la elección es el estado de la tierra, si es libre de cultivo no llama tanto la atención de los arrendatarios, ya que se ven ligados a la tierra durante doce años y eso les causa temor, mientras que las productivas son más seguras y el contrato al ser de cinco meses atrae a más gente», afirma Joaquim Colom, encargado del Banc de Terres de Alzicoop.

El proyecto de arrendamiento de tierras es pionero en la comarca de la Ribera y ha hecho que propietarios con zonas cultivables en localidades como Manuel o en el Pla de Montserrat quieran participar del Banc de Terres y pongan a la disposición de los dirigentes de Alzicoop sus terrenos, para así evitar su deterioro y posterior abandono.

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