El equipo de gobierno de Llaurí ha decidido que este año «no se podía devolver la subvención porque en el término hay trabajos importantes que realizar», apunta Anna González. Ésta recuerda que en años anteriores el pequeño consistorio de la Ribera Baixa ya renunció a parte de la ayuda que obtenía del SEPE al no encontrar trabajadores del pueblo que cumplieran los requisitos. «Hay gente con muchas necesidades y aunque tres contratos no suponen una solución, sí son un pequeño balón de oxígeno para las familias beneficiarias», ha remarcado la primera edil, quien sentencia que «tres contratos no se pueden perder». «A través de este acuerdo, Cullera se beneficia porque se contrata a tres vecinos y Llaurí también porque nos permite llevar a cabo mejoras muy necesarias en nuestro término municipal», sostiene González. j. g. llaurí