Los ayuntamientos de la comarca tienen que hacer frente a situaciones económicas muy delicadas en estos tiempos que corren y, por eso, cualquier ingreso extraordinario supone un alivio para, en muchos casos, las mermadas arcas municipales. Hacienda inyectará casi tres millones de euros a los municipios de la Ribera. Al cerrarse el ejercicio 2014 se recaudó en los municipios más dinero del que el ministerio había previsto y, por eso, ahora devolverá a cada ayuntamiento la diferencia entre la previsión inicial y la cifra real percibida. De hecho, lo hará a todos y cada uno de los consistorios de la comarca ya que los pronósticos fueron a la baja.
Cada año, el Gobierno realiza un cálculo del dinero que prevé recaudar de cada municipio en materia de impuestos y mensualmente adelanta ese dinero en lo que se conoce como «Entregas a cuenta de la participación en los tributos del Estado».
Si al final del ejercicio la liquidación desvela que los ayuntamientos han cobrado más de lo que ha ingresado el Estado, están obligados a devolver dinero. Si es al contrario, es al Ministerio de Hacienda al que le corresponde realizar nuevas aportaciones.
El Ayuntamiento de Alzira es el que recibirá un mayor ingreso debido a este desajuste. Las arcas municipales dispondrán de 384.191 euros más. En segundo lugar, Cullera contará con un agregado de 324.132 euros; mientras que Hacienda pagará a Algemesí 318.986 euros. Estos tres municipios superan la barrera de los tres centenares de millar. Una cantidad algo menor será la que reciba Carcaixent, con 242.186 euros.
Por su parte, la capital de la Ribera Baixa, Sueca, se queda lejos de esas cifras: 90.729 euros percibirá.
Cotes, a la cola, con mil euros
Al otro lado de la balanza se encuentra Cotes, que es el pueblo de la Ribera que menos dinero cobrará del ministerio en esta liquidación final, con poco más de mil euros, concretamente 1.071. Le sigue como segundo por la cola Benimuslem, que percibirá 3.483 euros. Tras estos dos municipios, se sitúan Sant Joanet, con 4.151; Fortaleny, con 4.619 y Sellent, con 4.717. Se trata, en todos los casos, de localidades pequeñas y con un menor número de habitantes, es por eso que sus devoluciones son, en comparación, más reducidas.
No obstante, es llamativa la cifra de Montserrat por ese mismo motivo. Con poco más de 7.000 habitantes, el ingreso por parte de Hacienda es de 74.009 euros, algo menos que Sueca (con cuatro veces más habitantes). Supera también, por ejemplo, a Carlet, que recibirá 24.836 con el doble de población.
Estos casos sirven de muestra de cómo las estimaciones del ministerio son simplemente eso, predicciones. Es por ese motivo que hay casos en los que los cálculos se alejan de lo que termina siendo la realidad recaudatoria de cada consistorio.
Los tributos del Estado representan la segunda partida más importante en lo que a los ingresos de los ayuntamientos se refiere, tan sólo superada por el IBI. Una liquidación a favor de los consistorios supone un alivio para las arcas municipales, mientras que un error de cálculo a la baja implica un quebradero de cabeza a las administraciones locales, ya que implica tener que devolver dinero a Hacienda.
Por ese motivo, tras los desfases del año pasado, el ministerio permitió a los municipios pagar a plazos durante la próxima década. El abono de estas cantidades se traducirá en un descuento de una parte de los futuros cobros por la participación de los impuestos.
