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Los planes para proteger del fuego las urbanizaciones de Alzira no se aplican

Los protocolos de autoprotección del Respirall, El Racó o Sant Bernat no se han plasmado en medidas

Los incendios forestales del verano, especialmente el último registrado en la Marina, han puesto en jaque a decenas de urbanizaciones y han provocado el desalojo de miles de personas. Las principales urbanizaciones de Alzira -El Respirall, El Racó o Sant Bernat- cuentan con planes de autoprotección para afrontar situaciones de emergencia aunque, en los últimos años, poco o nada se ha avanzado para hacer efectivas las medidas que estos establecen. «Es muy frustrante hacer planes que después no se aplican», lamentó ayer el ingeniero forestal y técnico de emergencias, Ferran Dalmau, de la empresa Medi XXI, que en su día redactó estos documentos y que considera que para que esta planificación sea efectiva debería realizarse al menos un simulacro al año, algo que no ha sucedido.

Los planes de autoprotección, según detalla Dalmau, forman parte del Plan Municipal de Emergencias a modo de anexos y pretenden organizar a los residentes para que puedan actuar en caso de un incendio -incluso dar respuesta con un grupo de primera intervención- hasta que llega la ayuda externa. El ayuntamiento organizó en 2008 un simulacro en les Valletes de Brú y, según comentó ayer el presidente de El Racó, Alberto Ripoll, «hace dos o tres años» se realizó otro en su urbanización, «pero a partir de ahí no se ha hecho nada», concluyó.

En los mismos términos se expresó el presidente de Sant Bernat, Pepe Goig, que recuerda que el ayuntamiento remitió en su día a los propietarios un plan de protección con medidas genéricas para el mantenimiento de parcelas «pero no se ha aplicado nada». Goig señaló que la asociación de vecinos de Sant Bernat tiene contratada una empresa que limpia el perímetro de la urbanización y los barrancos, pero señaló que en la reunión que en agosto convocó el ayuntamiento los técnicos dejaron claro que «una franja de diez metros no sirve para nada en caso de incendio».

El presidente de la asociación de propietarios del Respirall, Emili Cases, comentó que tras las reuniones celebradas años atrás, únicamente se marcaron gracias a los voluntarios del Vacif los hidrantes en la vía pública, pero indicó que ni siquiera se han señalizado las vías de evacuación. Cases recordó que ambas partes quedaron emplazadas a definir «qué es lo que había que hacer, cómo y quién lo pagaba» ya que, según comentó, hay matices.

El actual concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, incidió ayer en que «llevamos 20 años de retraso» en los que se han aplicado políticas de extinción de incendios, pero no de prevención, y dijo que «habrá que emplear toda la legislatura» para propiciar un cambio. Carreres, que en la reunión de agosto ya dejó claro que los trabajos de prevención y defensa corresponden a las urbanizaciones, incidió en que este tipo de reuniones tienen como objetivo que los residentes tomen conciencia. «La Administración está como está y más pronto o más tarde podremos ayudar, pero se trata de que, entre todos, demos una solución a un problema que está ahí y las urbanizaciones que se han desarrollado desde el punto de vista privado sin tener en cuenta los peligros tendrán que actuar para defender las viviendas», indicó el edil.

Ferran Dalmau, por su parte, comentó que el ayuntamiento tiene la responsabilidad de propiciar la redacción de estos planes de autoprotección, pero que corresponde a los residentes aplicar las medidas que estos contemplan tanto en materia de prevención como en caso de que se produzca la emergencia. Los planes contemplan la formación de residentes para propiciar una mínima organización en los primeros momentos en caso de que se produzca un incendio, pero también la señalización de hidrantes o vías de evacuación que no bloqueen el acceso de los servicios de emergencia. «Se trata de que cada uno sepa lo que tiene que hacer. Si una urbanización tiene un plan y lo aplica, los vecinos son parte de la solución, de lo contrario, se convierten en parte del problema», indicó el ingeniero forestal. «Nadie duda de que el PGOU se tiene que cumplir, ¿por qué no se cumple la planificación en el ámbito forestal y de emergencias? Estamos enfrentándonos a situaciones que superan la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, aquellos vecinos que hagan los deberes tendrán garantías de que sus bienes no sufren daños en una situación en que el sistema se colapsa», comentó Dalmau, mientras recordaba que para proteger urbanizaciones «que se tendrían que proteger solas, se acaba quemando más montaña de la que se debería quemar».

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