El Consell Agrari de Sueca calcula que las enfermedades que padecen los arrozales a consecuencia de los problemas que provoca el uso de la técnica del fangueo causarán una merma de entre un 20 y un 25 % de cosecha respecto a los años anteriores a la expansión de estas plagas. Para intentar acabar con este problema el ente suecano se reitera en la postura expuesta semanas atrás y reivindica a Conselleria que autorice de manera permanente, pero controlada, la quema de la paja del arroz.
El presidente y concejal de Agricultura en el Ayuntamiento de Sueca, Salvador Campillo, insistió en que «hoy por hoy la quema de la paja del arroz es una medida necesaria para parar la expansión de las diferentes plagas que afectan el cultivo del arroz, especialmente de la Leersia Oryzoides, con una incidencia importante a los campos de Sueca y, así mismo, es importante también para frenar el incremento del volumen de materia orgánica que se ha detectado en nuestros campos desde que se prohibió esta práctica». El titular de Agricultura ha solicitado en las últimas reuniones celebradas, que la autorización pueda mantenerse en el tiempo, señalando que esta es la voluntad de los labradores. «Hay que respetar la voluntad de los labriegos, aunque sin generar perjuicios al resto de la ciudadanía. Estamos convencidos de que una calcinación responsable efectuada de manera controlada y escalonada no implica ningún peligro ni perjuicio para la salud de nuestros vecinos y cultivos», añadió el máximo responsable de área. Campillo recordó que Sueca cuenta con una plan de quema controlada desde el pasado mes de octubre del 2015, aunque reivindicó la necesidad urgente de redactar un plan conjunto de calcinación controlada para todos los municipios arroceros del Parque Natural de la Albufera. En el caso de Sueca, el Consell Agrari será el encargado de coordinar y vigilar que la quema de despojos se produzca de manera ordenada y controlada, según el protocolo y las condiciones establecidas por la Conselleria.
