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Un PSPV de l'Alcúdia indignado por la crisis interna pide la dimisión de Puig

La asamblea enmienda el acuerdo de reprobar al secretario general que había adoptado la ejecutiva

El resquemor en las bases del PSOE por la crisis abierta por los barones al forzar la dimisión del secretario general, Pedro Sánchez, parece ir en aumento, a juzgar por el tono de las resoluciones que poco a poco se van produciendo en los diferentes colectivos. La asamblea del PSPV de l'Alcúdia acordó el jueves por un estrecho margen reclamar la dimisión de Ximo Puig como secretario general del PSPV por su participación en el golpe de mano que acabó que la renuncia de Pedro Sánchez. Puig fue uno de 17 miembros de la ejecutiva federal que la semana pasada dimitieron para forzar la caída del entonces líder del partido, que se produjo dos días después al perder una votación en el comité federal.

La agrupación de Signes

La resolución aprobada por los socialistas de l'Alcúdia, agrupación a la que pertenece el subsecretario de Infraestructuras y persona muy próxima al «president», Francesc Signes, expresa el desacuerdo del colectivo con todas las actuaciones de Puig en el ámbito federal -tanto su dimisión como miembro de la ejecutiva como el momento en que se produce y su posterior intento de justificarla en una carta remitida a los militantes- para acabar pidiendo su dimisión, según confirmó ayer el secretario local, Agustín Machí, que admitió abiertamente que no le gustaba este acuerdo que salió adelante con 23 votos a favor mientras que otros 21 militantes se pronunciaban a favor de dejar el toque de atención a Puig en una reprobación.

Ese había sido precisamente el acuerdo adoptado previamente por la comisión ejecutiva local en una sesión en la que, como ya adelantó Levante-EMV, hubo voces que pedían la cabeza de Puig como secretario general, aunque su propuesta no prosperó entonces. La dirección local aprobó por trece votos a ocho la reprobación del secretario general del PSPV, aunque el acuerdo definitivo debía ser refrendado por la asamblea, en la que el jueves se reabrió el debate y, esta vez sí, un mayoría de militantes se declinó por la posición más dura.

«Los militantes están rabiosos»

«Los militantes están muy rabiosos, se sienten engañados. Pedro Sánchez fue el candidato que eligió la militancia y que le hayan hecho caer así no ha gustado a nadie», comentó Machí, que destacó que el debate que hubo en la asamblea fue «muy interesante con intervenciones de diez». «Salimos de la asamblea contentos y muy unidos por el debate que hubo, me gustó mucho, pero yo triste por el resultado», comentó el secretario general del PSPV de l'Alcúdia, que considera que la resolución pidiendo la dimisión «no beneficia a mi agrupación ni a mi pueblo ni a mi partido».

«Es necesario pedir explicaciones al secretario general y mostrarle nuestro descontento, nos parece que es un desgarro al partido muy grande y por la parte que corresponde a Puig, soy el primero que está disgustado con lo que ha hecho, pero no veo positivo pedir su dimisión», comentó Machí, quien dijo abrir un período de reflexión sobre su continuidad en el cargo.

El secretario local rechazó cualquier lectura que vincule este resultado con el pulso interno que mantienen los exalcaldes Francesc Signes y Robert Martínez, que en las pasadas municipales se evidenció en unas primarias en las que cada uno apoyaba a un candidato, y defendió que ambos demostraron mucho sentido común. «Salimos muy unidos, en la asamblea hubo un debate con mucha educación, pero denoto mucha rabia por lo que ha pasado y no faltan motivos», comentó el secretario general de una de las agrupaciones más potentes de la Ribera.

Por lo que respecta a la investidura del nuevo presidente del Gobierno, Machí defendió que la agrupación asume literalmente el acuerdo de la ejecutiva comarcal sobre el rechazo a propiciar un ejecutivo del PP: «No es no», resumió.

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