Además de la vertiente didáctica estrictamente asociada al Museu Joan Fuster, periódicamente se programarán actividades culturales, formativas y académicas en colaboración con otras instituciones. El 22 de febrero de 1995, fallecido ya el escritor, se suscribió un convenio entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Sueca para el cuidado y custodia, el estudio y la difusión de su fondo bibliográfico, así como para la ubicación definitiva de los cuadros, litografías, dibujos, mapas antiguos, grabados, fotografías y otros materiales que le pertenecieron.
El 26 de mayo de 1995, la conselleria con competencias en el ámbito cultural y el ayuntamiento suscribieron un protocolo de colaboración en que manifestaban su voluntad de mantener vivo el legado de Joan Fuster entre los valencianos mediante la conservación, el estudio y la difusión de su obra. A tal efecto, la Generalitat adquirió la casa en la que vivió Fuster, situada en el número 10 del calle de Sant Josep de Sueca, y se destinó a albergar su fondo de archivo y biblioteca.
Joan Fuster dejó en Sueca un legado cultural de gran importancia, representado por una colección de obras de arte, una biblioteca y un archivo personal de una gran importancia. Una de las funciones más importantes de lo que pasó a llamarse «Espai Joan Fuster» es la de organizar acontecimientos y actividades para que la casa se convirtiese en centro de actividades culturales sobre el pensamiento y la obra del suecano. Dado que los contenidos curriculares actuales del sistema educativo valenciano mantienen una relación estrecha con la obra de Joan Fuster, bien a partir de una visión integral, bien a través de aspectos parciales desarrollados en libros y materiales didácticos en las distintas etapas de la educación no universitaria, su obra entrará ahora en la escuela.