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Las fallas sin casal municipal piden cobrar a las que ya lo tienen para repartir el dinero

Catorce comisiones de Alzira reclaman a Aguilar que fije un alquiler al resto y les compense con los ingresos para corregir el «desequilibrio económico»

Las fallas sin casal municipal piden cobrar a las que ya lo tienen para repartir el dinero

Las fallas de Alzira que no disponen de un casal cedido por el ayuntamiento no parecen dispuestas a dejar pasar otro ejercicio más sin que se subsane el agravio que para ellas representa que otras comisiones con las que compiten disfruten de un local municipal de forma gratuita y han comunicado por escrito a la vicealcaldesa y concejal de Fiestas, Isabel Aguilar, que aceptan la fórmula que la edil ha planteado en diversas ocasiones consistente en cobrar un alquiler a las fallas que sí gozan de ese privilegio para repartir el dinero que se recaude entre las comisiones que no disponen de un local del ayuntamiento y tienen que soportar año tras año el coste de un alquiler.

Catorce de las quince comisiones que se encuentran en esta situación -todas salvo la Plaça d'Alacant, precisamente una de las fallas que el año pasado promovió este debate- han firmado un escrito presentado en el ayuntamiento en el que, tras asumir la propuesta de Aguilar, emplazan a la concejal de Fiestas a tomar las decisiones oportunas para hacerla efectiva.

Fuentes consultadas confirmaron que la opción de cobrar un alquiler a las fallas que disfrutan de un casal municipal la reiteró la propia Isabel Aguilar en una asamblea de presidentes celebrada en septiembre y las comisiones que se sienten discriminadas -también se ha sumado a la iniciativa la falla l'Alquenència, que cuenta con un casal en propiedad- han decidido solicitar que, finalmente, el ayuntamiento aplique esta fórmula al considerar que «deviene la mejor manera de subsanar el desequilibrio económico y social que hasta el momento y desde el ayuntamiento se ha establecido con la diferenciación de condiciones entre las comisiones falleras de Alzira». Fuentes de la denominada Agrupació de les Falles sense Cau d'Alzira indicaron que no pretenden entrar en confrontación ni discutir con el resto de las comisiones y que la petición cursada no entra «ni en cuánto ni cómo», en referencia a los criterios para fijar el importe de los alquileres que, a su juicio, correspondería determinar al ayuntamiento.

Negociaciones previas

Secundan el escrito presentado en el ayuntamiento las fallas Sant Joan, Doctor Ferran, Colmenar, Sagrada Familia, Plaça la Malva, l'Alquenència, Pintor Andreu, Pare Castells, Tulell, Les Cantereries, Sant Roc, Penalet, El Parc y Ausiàs March. Alzira cuenta en la actualidad con 35 comisiones censadas.

El debate sobre cómo solventar el agravio comparativo que representa que unas comisiones disfruten de un local cedido de forma gratuita por el ayuntamiento y otras no es antiguo, si bien el año pasado la responsable de Fiestas buscó con las fallas fórmulas para corregir esta desigualdad aunque no se alcanzó el consenso que la vicealcaldesa reclamaba para aplicarlas.

Las comisiones que disfrutan de un casal de forma gratuita asumían que la reivindicación de las otras fallas es justa, aunque rechazaban que la solución tuviera que salir de sus bolsillos. De hecho, el único acuerdo que se alcanzó fue reclamar al ayuntamiento que elevara a 3.000 euros la ayuda de 400 euros que en los últimos años había abonado a las fallas que carecen de un local municipal para el alquiler. Aguilar ya había dejado claro que el ayuntamiento no tenía ni recursos económicos ni más locales. Finalmente, el reparto de los 10.000 euros contemplados para ayudas a las fallas que soportan el gasto de un alquiler se tradujo en 600 euros a cada comisión.

Isabel Aguilar ya advirtió entonces de que la solución no podía pasar sólo por las manos del ayuntamiento y apeló a la implicación de la Junta Local Fallera y a la «germanor» de las comisiones. La proximidad de las fiestas y la falta de acuerdo aconsejó aparcar el debate en febrero aunque la edil no renunicaba a reformar un sistema de cesión de casales que, según dijo, procede de los años setente y no ha seguido ningunas bases o reglas.

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