La presencia en aguas del Xúquer del galápago de Florida o tortuga de las orejas rojas, una de las cien especies exóticas invasoras más perjudiciales, no es reciente. Fuentes del club de piragüismo de Algemesí aseguran que detectaron ejemplares de «Trachemys» hace al menos una década y que tienen documentada su presencia con fotografías desde 2007. Relatan que, con el tiempo, ha proliferado esta especie que acaba por desplazar a los galápagos autóctonos, con los que compite por el alimento y por los lugares de soleamiento, fundamentales en el día a día de estos animales de sangre fría que precisan calentarse al sol.
La también conocida como tortuga americana está muy extendida no sólo en España sino por muchos países de Europa como consecuencia de las importaciones masivas cuando, décadas atrás, se puso de moda como mascota. Lo que inicialmente era un galápago de pocos centímetros se convertía en una tortuga de más de veinte centímetros que puede alcanzar los tres kilos de peso y miles de ellas se liberaron de forma incontrolada en el medio natural. Fuentes de la dirección general de Medio Natural confirmaron que no se puede pretender erradicarla en la Comunitat Valenciana: «Está fuera de nuestro alcance, no tenemos ni dinero ni medios», detallaron.
Cabe señalar que una de las acciones más directas de control de esta especie invasora se realizó entre los años 2011 y 2013 gracias a un proyecto Life financiado con fondos europeos que tenía como objetivo la conservación de la biodiversidad. Según detalla el denominado informe Layman sobre aquel proyecto desarrollado en humedales de la Comunitat Valenciana y el Algarve portugués, en tres años se capturaron 23.000 ejemplares de galápagos invasores de los que 22.624 correspondían a la Comunitat Valenciana.
Levante-EMV publicó el domingo por primera vez imágenes que confirman la presencia del galápago de Florida en el Xúquer a la altura de Algemesí. Se da la circunstancia de que la Fundación Limne, una entidad sin ánimo de lucro que vela por la conservación de los ecosistemas acuáticos, capturó en junio dos ejemplares de «Trachemys elegans» en esta zona y dio parte a la Conselleria de Medio Ambiente. Fuentes de la dirección general de Medio Natural detallaron que se realiza un seguimiento de especies invasoras y que, en el caso de este galápago, su presencia no sólo se extiende por todo tipo de humedales de la Comunitat Valenciana sino que zonas cálidas como la Ribera, la Safor o la Marina Baixa, donde abundan las redes de acequias y canales, son incluso más proclives a la presencia de la tortuga de las orejas rojas.
La directora de la Fundación Limne, Sales Tomás, detalló ayer que la «Trachemys» puede realizar dos puestas al año con «doce o trece huevos en cada una». «Realizan la puesta antes que las autóctonas y, cuando las autóctonas salen al medio, ya tienen la competencia de las otras», explicó.
La presencia de estas tortugas en el Xúquer ha pasado inadvertida durante mucho tiempo. Se trata un animal que en esta época del año, con la llegada del frío, hiberna. «Se refugian y, en función de la climatología, pasarán hasta febrero o marzo inadvertidas», explicó la directora de la Fundación Limne, que ha intentado realizar un seguimiento en el cauce del río para conocer la presencia de galápagos autóctonos, aunque por dos veces han desaparecido las trampas. Tomás comentó que personas que visitan con frecuencia el paraje de la Xopera de Algemesí saben perfectamente la zona donde las tortugas suelen realizar las puestas de huevos.
