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Las tormentas reducen la caza en la primera de las «tiraes» de Sueca y Cullera

Los aficionados ven frustradas las buenas expectativas La falta de viento y la inestabilidad de la última semana ahuyentan las aves Esperan para el sábado la llegada de bandadas que huyen del frío en Europa

El buen tiempo, la falta de viento y, sobre todo, los efectos de la tormenta de hace tan solo una semana provocaron que la primera de las siete jornadas de «tiraes» programadas para esta campaña en Sueca no fuese el domingo tan buena como se podía esperar.

Las previsiones optimistas no se cumplieron. Más bien acertaron quienes se apuntaron a que no iba a ser tan buena la primera de las tiradas como se había pronosticado. La ausencia de viento, en especial llegado de Levante fue una de las principales causas que esgrimió el colectivo de cazadores para analizar los resultados de la primera de las citas importantes de la caza de aves acuáticas en los acotados limítrofes a la Albufera.

Según el presidente de los cazadores de Sueca, José Badía, «las últimas tormentas, con pedrisco y rayos, ahuyentaron a las aves que habían anidado en los diferentes 'vedats'. Ante este acontecimiento, mucha caza decidió seguir con la emigración que la había traído hasta aquí». En términos muy parecidos se expresaron los cazadores del acotado de Cullera, quienes llegaron a afirmar que tampoco «fue la tirada soñada por el colectivo, aunque en todas las replazas se consiguieron abatir piezas».

En ambos acotados los cazadores mostraron ayer su satisfacción porque a pesar de que la caza había ido «menguando en las últimas fechas y las aves no entraban en bandadas, el cazador pudo disfrutar, pasando una mañana amena ya que se veían sobrevolar los puestos de forma regular ánades sin parar, incluso se hizo corta la jornada a pesar de tener que entrar en los puestos a las tres y poco de la mañana».

Las principales capturas en los acotados de Sueca, Silla, Sollana y Cullera fueron «sarsets», «cues de jonc», «bragats», ánades reales, ascles, «piules» y algún que otro «collverd». Muchas de estas especies hacía años que no acudían a su cita anual con la Albufera ni los acotados limítrofes.

En Sueca, con casi 60 replazas en juego, en el acotado nuevo apenas llegó a superarse en alguna de las replazas la cantidad de 30 patos. En cambio en el acotado viejo de «El matoll», la 23 y la 11 consiguieron superar las cincuenta unidades abatidas. Por lo que respecta a Cullera, de las 27 replazas existentes más de la mitad lograron llegar a las 20 piezas cazadas, destacando el 6, el 13 y el 18, que superaron las 50 aves abatidas.

Muchos cazadores de Cullera mostraron cierto malestar a lo largo de la jornada de caza por la prontitud en la que se vació el agua del acotado, considerando que la Junta de Tiradas se precipitó al acordar el vaciado. Algunas replazas se mostraron contrariadas por la decisión tomada. Los cazadores de Cullera se quejaron «de la falta de agua por tan precipitada decisión». Ahora los cazadores han puesto sus esperanzas con la luna que llega y que coincidirá con la segunda de las tiradas el próximo día 10 de diciembre. Siempre ha sido una buena aliada, pero en especial se espera que lo sea esta vez, ya que los temporales que se están produciendo en el centro de Europa están ocasionando una importante migración de las aves, con lo que, con la ayuda de la luna, éstas podrían tener su próxima parada en los cotos municipales limítrofes con l'Albufera. Los cazadores de los cuatro acotados (Sueca, Silla, Sollana y Cullera) disfrutaron con esta primera tirada oficial, de las siete que se realizarán hasta el próximo día 14 de enero.

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