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La sede está marcada por las deficiencias y la saturación

El juzgado de lo penal de Alzira está marcado por las deficiencias, detectadas en una inspección laboral, y por la elevada carga de trabajo, que lo ha llevado prácticamente a la saturación. El decano de los abogados alcireños ha criticado siempre la mala planificación de la sede. La falta de inversión tanto en materia de personal como de infraestructuras era una de las asignaturas pendientes por parte de Justicia, según reiteraba Llácer. Además está el hecho de atender las comarcas de Xàtiva y Ontinyent, por lo que el juzgado terminaba saturado. La solución era bien simple: «Si en vez de seis funcionarios, tienes a doce, lo descongestionas fácilmente», remarcaba Llácer. r. s. alzira

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