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«La mitad de las reformas se hacen en negro y es un trabajo que nos quitan»

«La mitad de las reformas se hacen en negro y es un trabajo que nos quitan»

«Tocamos techo y hemos tocado fondo, esperemos que lo que estamos pisando sea realmente el fondo». Bernardo Luis abandona la presidencia de la Asociación Comarcal de Edificación, Albañilería y Actividades Conexas tras una etapa de ocho años que ha coincidido con los peores años de la crisis. Afirma que sigue quedando en Alzira un 'stock' importante de viviendas sin vender pese a descuentos «de hasta un 50 %» y que la recuperación que se apunta en grandes ciudades como Valencia aún no ha llegado a Alzira y la Ribera.

Acaba el mandato como presidente de la asociación después de ocho años en los que ha cambiado mucho el sector.

Sí, el sector ha cambiado. Este equipo ha estado al frente de la asociación desde el primer momento en que la crisis empieza a castigarnos hasta ahora, que aún no hemos salido de la crisis. Han desaparecido empresas, también se han creado algunas nuevas de autónomos que empiezan ahora? El que ha podido aguantar? fuerte no está, porque la misma crisis le ha debilitado, como me ha pasado a mi, todo lo que tengo lo tengo en «ladrillo». Seis viviendas, treinta cocheras, dos solares, todo en bienes. El que ha podido resistir está a la espera de que esto se arregle un poco para volver a hacer promociones pequeñas como toda la vida. Pero seguimos en la misma crisis, no hemos llegado a salir, no volveremos a conocer aquellos años 1999, 2000, 2004 o 2005, pero sí que nos estabilizaremos. En cosa de dos o tres años nos estabilizaremos y se harán las viviendas que toque en una ciudad como Alzira. Si hacen falta 150 o 200 viviendas al año se harán, ahí sí que volveremos, pero primero se tiene que vender todo lo que hay en el mercado, teniendo en cuenta que la inmobiliaria más importante que existe siguen siendo los bancos.

Pero transcurridos diez años desde el inicio de la crisis, ¿aún queda ese 'stock' de viviendas por vender?

Aún queda. Después del verano hicimos un recuento y estimamos que aún quedaban 350 o 400 viviendas por vender y que están cerradas.

Y los bancos siguen siendo la principal competencia?

Hoy por hoy, sí.

¿Son viviendas de segunda mano?

¿Es vivienda de segunda mano aquella que de la promotora pasa a ser del banco y continúa siendo nueva? Yo le digo nueva siempre y cuando no haya sido habitada.

¿Pero ya se ve la luz al final del túnel?

Yo aún no la veo, no creo que tardemos mucho, pero pienso que en dos o tres años ya haremos en Alzira unas 150 viviendas, que es lo que puede asumir el mercado.

Un sector como Tulell con capacidad para miles de viviendas y donde se proyectan fincas de hasta 25 alturas, ¿es viable?

No era viable en su momento y no es viable ahora, porque no se crea industria que propicie la llegada de gente a establecerse en Alzira. Si se creara industria fuerte, gente de alrededor vendría a vivir a Alzira y sí se podría defender un plan como Tulell, pero así se defenderá, aunque será infinitamente largo. No es lo mismo hacer 8 o 15 viviendas que un bloque de 150 o 200. Lo veo lejos aún.

En base a los datos de la asociación, desde 2008 no se inicia ninguna promoción nueva en Alzira. ¿Cómo pueden sobrevivir los constructores?

Trabajando para la Administración, los ayuntamientos, la Generalitat, la diputación; con trabajos particulares y, por supuesto, también haciendo mantenimiento en industrias. Vamos, defendiéndonos como gato panza arriba.

La asociación ha denunciado de forma repetida la competencia desleal que representa el trabajo en negro. ¿Qué proporción de actividad cree que está absorbiendo y por tanto les quita a Vds.?

Estamos hablando en reforma y rehabilitación de vivienda, posiblemente, de un 50 % de lo que se está haciendo, es una cifra muy, muy elevada.

¿Qué se puede hacer para evitar esta situación?

Simplemente, que la declaración responsable que se utiliza para las obras menores vaya acompañada por la firma del constructor, que la reforma de cuartos de baño, cocinas, pavimentos, ventanales, vaya con la firma del constructor junto a la del promotor o dueño de la vivienda. Y también que tuviera un poco más de fuerza el inspector del ayuntamiento, que a parte de revisar que la obra se está haciendo conforme a lo que se ha comunicado, tenga capacidad para pedir el DNI o pedir información de la gente que lo está haciendo para confirmar que están de alta.

¿Los planes de obras que han arbitrado las Administraciones en estos años de crisis han aliviado la situación de las empresas?

Sí, todo lo que fue el Plan E, el Plan Confianza y los trabajos que sacaba el ayuntamiento han sido un alivio, y la asociación ha colaborado. Ahora no se portan mal del todo, pero podrían colaborar más y podría haber más comunicación directa con el ayuntamiento. El cambio de gobierno ha repercutido mucho en la relación que teníamos con el ayuntamiento.

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