La emisora Radio Alzira, de la Cadena SER, hubiera celebrado el 14 de febrero su 83 aniversario, si los responsables de esta empresa de comunicaciones no la hubiera hecho desaparecer el 30 de noviembre de 1990, a la temprana edad para este medio veterano de la Ribera de 57 años.
Además, ¿se habrán dado cuenta después de 25 años del silencio en la Cadena SER de las noticias producidas en esta importante comarca de la Ribera? Radio Alzira tenía en antena un programa estrella, «Terra Nostra», de gran audiencia, que se emitía cada sobremesa a la una y media. Estuvo a cargo en diferentes etapas de los redactores Ángel Ares, José Luís Cañamero, José Antonio Serrano, Bernardo Clari, Rafael Álvarez y Paco Grau.
Los orígenes de EAJ 54 Radio Alzira se remontan a finales de 1933. Ese año, el radiotelegrafista madrileño Rafael Burguete López-Cerezo, auxiliado por el electricista Luis de la Concepción, construye una estación emisora y solicita la concesión oficial para emitir desde Alzira. Enrique Peralta Pellicer, que disponía de la concesión de la emisora de Gandia, solicita por su parte otra concesión para Alzira.
Ambos emprendedores, Burguete y Peralta, llegan a un acuerdo mediante el cual el primero cede a Peralta los derechos sobre la emisora, incluidas las propias instalaciones. Al mismo tiempo, Peralta contacta con el fotógrafo alcireño Juan Ortega Vicente para que se encargue de la dirección. La concesión provisional es de fecha 5 de abril de 1934 y la definitiva llega en diciembre de 1934. No obstante, las emisiones regulares en pruebas comienzan el 14 de febrero de 1934.
Una vez superados los trámites administrativos, la noche del 31 de diciembre tiene lugar la inauguración oficial en el Ideal Café. Al acto acudieron las autoridades locales; el Secretario General del Gobierno Civil; alcaldes de Algemesí y Carcaixent; Jefes de Telégrafos de Alzira y Gandia y el exdirector general de Industria y Comercio, Juan Calot, hijo de Alzira. En el mismo acto se interpretaron piezas musicales a cargo del Quinteto «La Sucro» que estaba formado por José Mascarell, «el bolo»; Vicente Albert, Eduardo y Ernesto Peris y Eustasio Enguix. En el transcurso de la fiesta, el poeta alcireño Bernardo Fontana Martínez recitó la poesía «Alzira, perla del Júcar», alusiva al acto de inauguración.
Al iniciar la andadura de la emisora, Juan Ortega obtiene de Enrique Peralta la concesión de la misma. El primer emplazamiento sería en el segundo piso del número 41 de la plaza de Emilio Castelar, la actual plaza Mayor. La sala más amplia del habitáculo se destinó a estudio para las actuaciones de invitados. El locutorio era más bien una especie de cabina telefónica, en la que solo cabían dos personas.
La primera plantilla era muy escasa. La formaban tan sólo tres personas. Un locutor, Manuel Albiñana, de Gandia; una locutora, Antonia Moreno, de Alzira, y un técnico. Los programas especiales estaban a cargo de Joaquín Sanchis Ruiz y Bernardo Fontana, colaborador literario. Desde los primeros momentos contaban con un piano para el acompañamiento de cantantes y fondos musicales.
En el transcurso de la más incivil de las guerras, la emisora fue desmantelada, despareciendo de los estudios todo el material radiofónico. Solo quedó el piano que no cabía por la puerta de salida del habitáculo. En los inicios de la década de los 40, Juan Ortega se asoció con la Cadena Ser, formando parte de las doce emisoras propias de este medio. El resto eran «asociadas».
Esta joya histórica en el mundo de la comunicación local se perdió cuando sólo faltaban diez años para que finalizara el siglo XX, por la vesanía de algunos y la incuria de todos. En la foto de Miguel Lucas, del 11 de marzo de 1951, en acto sindical presentado por Joaquín Sanchis en el Teatro Cervantes, donde interviene el delegado comarcal de sindicatos, Bernardo Pellicer, y el gerente de Papensa, Antonio Pastor y Antonio Sanchis, arcipreste. Asisten José Mengual, juez municipal; Vicente Sanz Castellanos y Cecilio Rosillo, capitán de la Guarcia Civil. En esta retransmisión, los asistentes escucharon las palabras que el Papa Pío XII dirige a los trabajadores y empresarios españoles.
