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Alzira

Un camión de mudanza causa el primer incidente en la calle peatonalizada

Algunos comercios critican la «peligrosidad» de la maniobra La policía denuncia con 200 euros al conductor Después logró la autorización

Un camión de mudanza causa el primer incidente en la calle peatonalizada

Apenas han pasado unos días desde que el Ayuntamiento de Alzira instaló las jardineras en la calle Benito Pérez Galdós como medida previa a la peatonalización de esta importante arteria comercial, y la polémica ha vuelto. O más bien nunca se fue. El malestar vecinal y de algunos comercios con la actuación provisional salió de nuevo a la luz cuando, durante la mañana de ayer, se registró el primer incidente: un furgón invadió el aumentado espacio peatonal al circular marcha atrás para acceder a la vivienda en la que debía realizar una mudanza. Los empresarios de la zona reprocharon que la acción entrañaba un cierto riesgo para los posibles clientes que abandonaran el establecimiento y expresaron sus dudas respecto a los proyectos desarrollados por el consistorio. Previamente, el vehículo de una empresa de muebles y transportes de Carcaixent fue multado por agentes de la policía local.

Según explicaron fuentes municipales, todo empezó sobre las 07,25 horas de la mañana. En ese momento, los agentes denunciaron al conductor del furgón con una multa de 200 euros. El transportista se había interesado el día anterior por la forma en que debía realizar una mudanza en la calle. No obstante, no fue hasta casi las nueve y media de la mañana de ayer cuando tramitó la autorización pertinente que le permitía acceder a la calle y realizar su trabajo, «como si se tratara de una zona peatonal al uso», argumentaron las mismas fuentes.

Más tarde, sobre las 10,30 horas, el vehículo regresó a Pérez Galdós, donde maniobró marcha atrás y con las dos ruedas de un costado encima de la acera hasta situarse frente al hogar donde se iba a realizar la mudanza, maniobra tachada como «peligrosa» por algunos comerciantes que consideraban que «podría haber arrollado a un cliente que saliera apresurado de la tienda». El propio conductor del furgón explicó a Levante-EMV que las quejas de los dueños de los negocios por el escaso espacio que dejaba el vehículo para el tránsito de los peatones provocaron que se marchara del lugar, aunque el mismo trabajador aseguró «haber dejado paso suficiente a la gente». Seguidamente, acordó con los propietarios marcharse y regresar por la tarde, fuera del horario comercial, para no entorpecer su actividad, según aseveró el trabajador de la empresa de mudanzas.

Falta de consenso

La situación sería meramente anecdótica si no fuera por el trasfondo que hay detrás. Algunos comercios y vecinos están molestos con el cambio sufrido por la calle. Admiten que es todavía una incógnita saber si la peatonalización tendrá resultados positivos o negativos, pero su enfado tiene más que ver con la forma de actuar del ayuntamiento que por la propia actuación en sí.

Algunos empresarios argumentan que ha faltado consenso con respecto al cambio que sufrirá en el futuro la calle. En su opinión, tanto la primera retirada de la zona azul como, ahora, la prohibición de aparcar «no se tendrían que haber llevado a la práctica sin hablarlo con los comercios y sin plantear un lugar de aparcamiento alternativo». Igualmente, esperan que la remodelación incluya mayor iluminación pública de la zona, además de la plantación de árboles.

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