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Un bosque sin nidos en la Murta

? Instalan 50 cajas para reforzar la población de aves insectívoras que no encuentran refugio en los pinos

Una de las cajas nido instaladas en el paraje natural. la granja dels bitxos

Un problema derivado de la escasa diversidad arbórea de los montes de la Ribera, en muchos casos monocultivos de pino carrasco abandonados, es la escasez de refugios naturales en troncos dado que los pinos son poco propensos a desarrollar huecos en los que suelen cobijarse algunas especies de ave, las denominadas trogloditas, que, además, contribuyen a combatir plagas como la procesionaria. El Ayuntamiento de Alzira, de la mano de la empresa local La Granja dels Bitxos, ha instalado medio centenar de cajas nido de diferentes diseños en el paraje natural municipal Murta-Casella para reforzar las poblaciones naturales de aves insectívoras como páridos, abubillas e incluso muchuelos o autillos, que ya están presentes en este espacio protegido.

Estas cincuenta cajas nido se suman a las seis instaladas en la zona de forma experimental en 2015, que rápidamente fueron ocupadas. En tres cajas con entradas de 3,5 centímetros se establecieron páridos, probablemente dos parejas de «Parus major» y una de «Periparus ater», y las tres restantes, dos de 3,5 centímetros y una grande de 6 centímetros de entrada, fueron ocupadas por torcecuellos o «Jynx troquilla», según el informe elaborado en su momento por La Granja dels Bitxos.

La revisión realizada en la primavera-verano de 2016 permitió comprobar que el torcecuellos había ocupado cuatro cajas aunque, en todas ellas, había señales de inicio de nido de páridos, que presumiblemente habían sido expulsados, por lo que para evitar que se repita esta situación la mitad de las nuevas cajas instaladas tiene obertura excluyente para los torcecuellos y sólo dejarán pasar aves más pequeñas.

La instalación de estas cincuenta cajas busca favorecer la reproducción de especies como el carbonero común o «Parus major», el carbonero garrapinos «Periparus ater», el herrerillo capuchino «Lophophanes cristatus», el torcecuellos «Jynx torquilla», el agateador «Certhia branchydactuya», la abubilla «Upapa epops» o el autillo «Otus Scops», todas ellas trogloditas, salvo el agateador, es decir, especies que en un momento dado de su vida necesitan un espacio pequeño o ranura en la que cobijarse.

El gerente y promotor de La Granja dels Bitxos, Toni Rubio, destacó que se trata de especies esencialmente insectívoras, que contribuyen al equilibrio ecológico del paraje natural tanto por la depredación de artrópodos como por la dispersión de semillas en épocas frías, es decir, cuando escasean los insectos y aves como los páridos complementan su dieta con bayas y frutos del monte.

Rubio detalló que los carboneros son capaces de alimentarse incluso de larvas jóvenes de la procesionaria de los pinos y las abubillas de encontrar sus camufladas pupas, el estadio intermedio entre oruga y polilla, que desentierran fácilmente de entre la pinocha con su largo y curvo pico.

Las nuevas cajas nido se han instalado junto al cercado de los ciervos, la Font del Garrofer y la Font del Barber de la Casella; y en el Racó de les Vinyes y junto al monasterio, en el caso de la Murta.

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