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Regino Mas, leyenda fallera de Benifaió

Se le considera uno de los padres de la historia moderna de las fallas Fue el primero en criticar al consistorio valenciano en un monumento

El benifaionense Regino Mas fue considerado como el gran artista de la historia de las Fallas de València y, junto a Bernat i Baldoví, José Serrano y Leopoldo Magenti, fue uno de los cuatro grandes personajes que dio la Ribera al mundo fallero.

Nació en Benifaió en 1899 en el seno de una familia de pintores de brocha gorda, aunque pronto se trasladó a València junto a sus padres, Regino Mas y María Marí, y sus tres hermanos. Su vida fue pura bohemia, en consonancia con sus cualidades artísticas. Comenzó a ganarse el pan con apenas 10 años ayudando al artista Enrique Guinot y pintando decorados para las zarzuelas del Teatro Apolo, luego estudiaría en San Carlos. A los 13 años, para un concurso fallero de cachirulos pintó unos a la de la plaça de l´Arbre, lo que le valió hacer con apenas 14 años su primera falla para la plaça del Mercat de Russafa.La comisión de Cervantes le encargó su monumento en 1918.

En 1921, hizo para la plaza del Collado una memorable falla titulada Els fematers, con motivo de que el Ayuntamiento de València decidió crear el servicio de recogida de basuras, transformando a los labradores que venían de la huerta a recoger las basuras orgánicas domésticas para guanos y fertilizantes de sus campos en una empresa hoy conocida como Sociedad de Agricultores de la Vega. Como la basura de la vecindad era pagada por los agricultores con productos del campo, al dejar de percibir esta compensación surgieron numerosas críticas hacia el ayuntamiento que Regino Mas trasladó a la falla, convirtiéndose en el primer artista fallero que criticó al consistorio de la capital del Túria, en palabras de Gascón Pelegrí.

Construyó fallas Regino Mas para la Plaça de Sant Jaume (1932 y 1941), Ruzafa-Cirilo Amorós (1933), Plaza Lope de Vega (1935 y 1940), calle Barcas (1942), para la hoy conflictiva falla de la Plaça del Mercat (desde 1943 a 1955) y para la aristocrática comisión de Convento Jerusalén (1958), estas tres últimas agrupaciones de la sección Especial, donde cosechó un importante palmarés de primeros premios.

Al tiempo que artista fallero, se introdujo también en el mundo de las carrozas de la mano de Ramón Cabrelles y Tadeo Villalba, éste último director de cine. Su pericia en este sector le llevó en 1955 a la República Dominicana a construir recintos feriales y carrozas. No aguantó mucho el calor de aquel país y se volvió al cabo de un año a València. Su experiencia en la carrocería festiva le permitió ser contratado para exportarlas todos los años a las fiestas de Nueva Orleans. En las Ferias de Julio cada año revalidaba su profesionalidad con bellísimas y originales carrozas.

Era tan peculiar Regino Mas que hasta se apuntó a torero, ejercía de matador en las becerradas que organizaba la Junta Central Fallera -que por entonces no se dedicaba sólo a verbenas, también a actos de solidaridad- a beneficio de la heroica y utilísima Casa de Caridad. Famosa fue su actuación en el coso taurino el 14 de marzo de 1955.

Su preocupación por los artistas falleros -en tiempos de la II República ya había creado y presidido una asociación- le hizo crear en la época dura del franquismo el Gremio de Artistas Falleros en 1943, precisamente al salir de la cárcel donde permaneció medio año acusado de ser rojo y de «auxilio a la rebelión» por sus sátiras falleras. Un presidente de la Feria de Muestras le agredió por sacarlo en una falla como estraperlista el año 1947. Estos aspectos de su vida no han sido muy comentados, a excepción de interesantes trabajos sobre su vida y obra publicados por varios autores en un libro de Albatros de 1999, y otros de Fort Sebastiá y Esbrí Andrés.

Trabajos cinematográficos

El productor cinematográfico Samuel Bronston fichó a Regino Más en la década de los 60 para hacer los decorados de películas suyas rodadas en España como La caída del Imperio Romano y 55 días en Pekín coincidiendo todos los comentarios y críticas en que eran «magníficos y bellísimos decorados». La concejala Pepita Ahumada aprovechó la coyuntura para traerse vestuario y cuadrigas de dicha película con que desfilar en la Semana Santa Marinera.

El artista de Benifaió Murió al caer del andamio en pleno trabajo en mayo de 1968, el famoso mayo francés revolucionario del 68 que provocó la mayor huelga estudiantil y obrera de Europa, y que reivindicaba algo que sigue sin llegar a la clase política: «La imaginación al poder».

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