Las intensas precipitaciones registradas el pasado invierno han provocado un aumento del nivel de nitratos en los pozos del agua potable de Alzira aunque, coincidiendo con este escenario desfavorable, el aumento de caudales procedentes de la planta potabilizadora que se mezcla con el que se extrae de estos acuíferos ha propiciado un mínimo histórico del nivel de nitratos en el agua que se suministra a través de la red municipal. Los últimos análisis realizados por la empresa concesionaria del servicio cifran en 25 y 27 miligramos por litro -uno está fechado el 20 de marzo y el anterior apenas cinco días antes- el nivel de nitratos en el agua potable de Alzira. Se trata de uno de los datos más positivos de las últimas décadas ya que, según un informe elaborado por Aguas de Valencia coincidiendo con el Día Mundial del Agua que se celebraba ayer, sólo en el año 2015, en un época de fuerte sequía y propicia por tanto para rebajar este tipo de contaminación, se registra una presencia de nitratos similar o incluso ligeramente más reducida.

El nivel que ofrecen estos últimos análisis es incluso inferior al que se preveía cuando el pasado 20 de febrero se amplió de 1,3 hectómetros cúbicos a 1,8 el agua que, procedente de la potabilizadora, se inyecta en la red municipal, dejando una mezcla que inicialmente era del 70 % de agua de los pozos y 30 % de la potabilizadora en 55% de caudales de los acuíferos y 45 % de la planta que toma el agua del Canal Júcar-Turia.

El estudio de la evolución de los nitratos realizado por Aguas de Valencia constata cómo en el año 2014, momento en que Alzira empieza a recibir agua de la potabilizadora, se produce un punto de inflexión ya que después de fluctuar durante años siempre por encima de los 50 mg/l, empieza a situarse por debajo de este nivel máximo establecido por las autoridades sanitarias. El informe abarca un período de trece años, desde 2005 a 2017 al analizar los nitratos en la red, y de diez (2007-2017) al abordar la evolución de los pozos.

Los técnicos subrayan que, en el primer caso, se observa que a lo largo del tiempo se han dado episodios en que los nitratos estaban por debajo de los 50 mg/l, aunque a la vista de la evolución, concluyen que «claramente eran hechos aislados» y que es partir de febrero de 2014 cuando la tendencia cambia y «por primera vez» el contenido de nitratos en la red se sitúa por bajo de ese nivel.

En el apartado de los pozos, los técnicos inciden en que la fluctuación de los nitratos en los acuíferos va ligada al régimen de precipitaciones. La tendencia de los nitratos es creciente al principio de esta serie histórica que comienza en el año 2007, para después bajar y estabilizarse en el período 2009-2016, mientras que se observa un nuevo repunte de los nitratos en los últimos meses derivado de las intensas lluvias registradas tanto en los dos últimos meses de 2016 como a principios de 2017.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Alzira acordó en febrero, apenas unos días antes de que se aumentara la dotación de agua de la potabilizadora, solicitar una ampliación de la misma hasta los 2,8 hectómetros cúbicos. El objetivo del equipo de gobierno es que toda el agua que se suministra a través de la red sea potabilizada con el objetivo de reducir al mínimo los nitratos.

El concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual, expresó ayer la satisfacción del equipo de gobierno por el resultado de estos últimos análisis del agua y recordó que la reducción de los nitratos era uno de los objetivos señalados en el pacto de gobierno del tripartito. «Esto demuestra que vamos por el buen camino y, además, hemos solicitad aumentar a 2,8 hm3 la asignación de agua y espero que, si se cumplen las previsiones, antes de que acabe la legisltura el 100 % del agua de consumo humano proceda de la potabilizadora, habrán desapareicdo los nitratos y no hará falta comprar agua embotellada, que en base a los últimos datos de consumo de la comarca cuesta a los habitantes de la Ribera unos 500.000 euros anuales», indicó el edil.