Gran parte de culpa de la gran acumulación de precipitaciones que se han contabilizado durante en estos primeros 7 meses del año hidrológico la tienen los temporales que azotaron la Comunitat Valenciana a finales del año pasado y en enero. «Fueron unos episodios diferentes en los que llovió mucho, sobre todo en el temporal del pasado mes de enero», indican desde la agencia estatal. La gran acumulación de aguas provocó el crecimiento del Xúquer y sus afluentes, produciéndose incluso algunos desbordamientos como en Alberic. Además, desde la agencia de meteorología también explican que, «pese a haber contado con unos meses de febrero y abril bastante secos, el mes de marzo fue bastante húmedo, lo que ha ayudado a romper con la dinámica seca de los últimos años y a alternar periodos secos con lluvia».
La abundancia de precipitaciones también ha servido para rearmar los pozos y las presas de la comarca. De hecho, algunos acuíferos de Turís o del Marquesat se encontraban bajo mínimos antes de las tormentas y los municipios se veían obligados a comprar agua. Algo similar sucedía con los embalses. En este caso, según señala la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el de Forata cuenta ahora con 16,3 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone casi el 44% de su capacidad, cuando el pasado mes de septiembre no acumulaba ni siquiera 1 hm3. En Tous, por su parte, permanecen embalsados en estos momentos 240 hm3, el 63% de su volumen, cuando hace 7 meses habían unos 46 hm3 de agua.
