Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El exceso de nitratos contamina el pozo que abastece de agua a Sollana

El ayuntamiento desaconseja el consumo humano en los grupos de riesgo como embarazadas y lactantes tras pasar los 50 mg/l - Se baraja como solución la conexión del municipio con la potabilizadora comarcal

Los nitratos vuelven a ser un problema para los ayuntamientos. O más bien, nunca dejaron de serlo. La contaminación de los acuíferos alcanza, en algunas ocasiones, picos que hacen que su consumo sea desaconsejable. En esta ocasión es Sollana quien se ha visto afectada por dicha situación. La localidad ribereña se ha visto obligada a instar a embarazadas y lactantes, los considerados grupos de riesgo, a dejar de utilizar el agua del grifo, ya que superaba los 50 mg/l que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como valor máximo.

Sollana se abastece de un pozo situado en Picassent, el cual da suministro a varias localidades cercanas. Las analíticas realizadas detectaron que los nitratos presentes en el agua se situaban en cifras que superaban ligeramente dicho máximo de la OMS, con valores entre los 54 y los 57 miligramos por litro.

Como dicta el protocolo, el ayuntamiento informó a la población de que, debido a dicho incremento, se desaconsejaba el consumo humano en embarazadas y lactantes. «En estos casos, los ayuntamientos únicamente podemos informar», reconoció ayer el alcalde de la localidad, Vicent Ferrer, que continuó: «Seguiremos haciendo las analíticas que toquen y mantendremos al tanto a nuestros vecinos».

Ferrer también quitó hierro al asunto: «Lo normal en estos casos es hacer la recomendación a embarazadas y lactantes aunque lo cierto es que nadie suele utilizar el agua del grifo para elaborar biberones o papillas», afirmó. Y ya no sólo en esos casos, una gran parte de la población opta por consumir agua embotellada.

La climatología tiene mucho que ver con los picos de nitratos en los acuíferos y pozos de abastecimiento. Aunque el lluvioso invierno regeneró de manera notable las reservas de agua, los siguientes meses destacaron por la escasez de las precipitaciones. Cuando el nivel hídrico se reduce por el consumo humano, los nitratos se concentran y provocan dichos incrementos.

Se descarta perforar

Por ese motivo, las administraciones locales difícilmente pueden solucionar dicho problema. Hay que subrayar que los expertos en la materia apuntan que, tras décadas de agricultura intensiva que ha contaminado los acuíferos, éstos no podrán recuperarse hasta, al menos, dentro de veinte o treinta años. La única vía que le queda a Sollana, tal y como comentó Ferrer, es la de conectarse a la potabilizadora comarcal, «se estudiaría la manera de llevar a cabo el proyecto de canalización, ya que queda descartado realizar perforaciones en el término», afirmó.

Con la llegada del verano, este tipo de episodios se producen cada vez más. Sin ir más lejos, hace varias semanas Alginet también tuvo que realizar un aviso similar a la población. En aquella ocasión, fue la urbanización Los Lagos la que se vio afectada. La zona residencial se abastece a través de un pozo particular, por lo que el resto de la población no se vio afectada. Dicho pozo también superó el límite de 50 mg/l establecido por la OMS y el consistorio que encabeza José Vicente Alemany se vio obligado a desaconsejar el consumo de agua a embarazadas y lactantes.

Compartir el artículo

stats