Francisco Clari inicia su segundo mandato al frente de la cooperativa alcireña. El presidente ve con preocupación el abandono de la tierra por parte de los agricultores y apuesta por la cooperativa como solución para obtener la rentabilidad en el campo. Además, se plantea como un reto la necesidad de potenciar el cultivo de la tierra entre los más jóvenes.
El sector agrícola no atraviesa por su mejor momento y Vd. ha señalado que los próximos años serán clave para el futuro del campo.
Nuestra preocupación siempre es la misma: intentar que se haga mejor género para que el producto final sea comercial. Hay que rentabilizar el campo, hoy en día hay nuevas variedades que se cotizan más que otras y lo que hay que intentar es que el agricultor se decante por ellas. Si nos quedamos como estamos no vamos a ningún lado.
¿Son las cooperativas la solución a la escasa rentabilidad del campo valenciano?
Es la única solución que hay. Si no existieran habría que crearlas. El comercio busca fincas grandes de producción y aquí, en una zona de minifundios, la cooperativa es un medio de subsistencia, ya que podemos crear una «gran hanegada». Creo que cada día, quienes van por libre, lo tienen más complicado.
¿Cómo valora la última campaña agrícola?
La primera parte ha sido catastrófica, porque muchas de las variedades primerizas de la naranja se quedaron en el campo, no se recolectaron, por ello este año ha bajado la producción. Las fuertes lluvias provocaron la pérdida de muchas variedades de naranja y acarrearon problemas en el caqui. La segunda parte de la campaña ha ido algo mejor porque , aunque los precios tampoco han sido muy buenos, se han mantenido.
Alzicoop y el Ayuntamiento de Alzira trabajan en un nuevo proyecto para reducir el coste del agua en el valle de la Murta un 50%, ¿qué supondrá para los campos de cultivo?
Nosotros sólo lo hemos propuesto al ayuntamiento y en septiembre iniciaremos las reuniones. La única solución son las energías renovables o la Murta desaparecerá, por la escasa rentabilidad de la tierra. Este plan integral conllevaría un mayor abaratamiento de los costes para el agricultor. Si conseguimos eso, creo que el campo podrá hacer muchas cosas. A la larga es un medio viable que tenemos que asumir, porque cada vez más el coste es más elevado.
¿Cuál es el problema del sector agrícola en Alzira en particular?
En Alzira la situación es complicada, no es como Carlet o l'Alcúdia, donde sí hay gente que se ha incorporado al sector durante la crisis y funcionan muy bien. Aquí no quedan agricultores, porque la gente se hace mayor y somos un pueblo más de servicios y de pequeñas empresas, por lo que el campo queda en un segundo lugar.
La apuesta de Alzira por potenciar la localidad como «cuna del caqui», ¿ha tenido resultado en la rentabilidad de la tierra?
Aquí se ha plantado mucho caqui y ha tenido mucho auge. Se han quitado muchos naranjos. El potencial que tiene toda la Ribera ahora con el caqui es enorme, en el año 2020 se espera que lleguemos a los 600 millones de kilos, y se espera que cada vez vaya a más.
Las elecciones del pasado mes de junio le avalaron como presidente de la cooperativa con el 80 % de los votos, pero la participación apenas llegó al 10 % ¿a qué cree que se debió?
Influye mucho que hubiera una candidatura única, no hay rivalidad y muchos consideran que tiene que salir esa lista. Además, los agricultores se han hecho mayores y falta un poco de motivación para ir a votar. Antes había mas ilusión y lo que buscaban todos era sacar a flote la cooperativa.
En el seno de la cooperativa ha surgido un sector crítico con la gestión de la junta rectora ¿Hubiera cambiado el resultado si el sector crítico se hubiera presentado a las elecciones?
Eso es algo incierto. Si hubieran ganado no habría pasado nada, se hubiera cedido el mando para seguir trabajando e innovando. Será complicado crear lazos pero en todas las cooperativas, cuando hay elecciones, surgen cosas nuevas, y eso no es malo. Son diferencias de opiniones, algo normal sobre todo en las cooperativas, donde el espíritu democrático está más presente.
La cooperativa tiene alquiladas sus instalaciones a una empresa. ¿Contemplan volver a trabajar en sus almacenes?
Parte de nuestra producción la comercializa esta empresa y otra la llevamos nosotros a otras cooperativas. No tenemos un volumen potencial de kilos para trabajarla nosotros mismos. Mientras eso ocurra es necesario continuar con este convenio y creo que no nos ha ido mal.
