El ayuntamiento ha encargado al escultor de carlet Jaume espí una obra en bronce que represente a una fallera y un fallero, de acabado de realista y con profusión de detalles característicos de la indumentaria fallera. Se prevé ubicar en un lugar céntrico, sin pedestal y fijada al suelo «para que pueda convivir directamente con el público, de forma que pueda verse de cerca e incluso tocarse» de forma que se convierta en un elemento turístico, según indicaron fuentes municipales, que destacaron que de este modo se pretende rendir homenaje a una tradición centenaria que, además, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.