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El consorcio baraja 21 alternativas para el vertedero en los ocho pueblos seleccionados

Montañana reivindica el concepto de «microvertedero» ante la progresiva reducción del rechazo que sale de la planta de basuras Los ayuntamientos tendrán hasta enero para dar una respuesta La asamblea informativa se levanta sin debate

El Consorcio de Residuos Ribera-Valldigna presentó ayer en Guadassuar los 21 enclaves que baraja para ubicar el vertedero comarcal. Como adelantó en exclusiva Levante-EMV, dichas opciones se encuentran en los términos municipales de Alzira, Guadassuar, Tous, Montroi, Gavarda, Sellent, Catadau y Antella. Cabe recordar que éstas se plantean como alternativa a la propuesta inicial que, en base a los informes de la Agencia Energética de la Ribera, señalaba a Turís, Real, Montserrat y Llombai como lugares idóneos, si bien los respectivos ayuntamientos se negaron a albergarlo. El presidente del ente que gestiona la basura, Salvador Montañana, recordó a las decenas de alcaldes y concejales presentes que no tiene intención de imponer una ubicación e hizo hincapié en que la instalación que se pretende construir «es un microvertedero, una infraestructura opuesta al concepto de macrovertedero».

Rechazo por debajo del 40 %

Durante la asamblea, se explicó a los ayuntamientos que otras localidades que tienen vertederos se plantean aumentarlos e incluso recibir rechazo de otros consorcios ya que disponen de considerables incentivos económicos. De hecho el Consorcio Ribera-Valldigna, como ya informó hace varios meses, contempla compensar económicamente al ayuntamiento que acepte albergar el minivertedero alrededor de tres euros por tonelada. Además, Montañana recordó que únicamente el traslado del rechazo de la basura fuera de la Comunitat Valenciana cuesta al consorcio más de dos millones de euros, lo que supone en muchos hogares alrededor de la mitad de la tasa.

Más allá de las cuestiones económicas, Montañana también incidió en que el consorcio «tiene previstos una serie de mecanismos y avales para que si el microvertedero no se llevara en las condiciones adecuadas y acordadas se volvería de inmediato a la legalidad». Igualmente, estableció una línea entre la gestión pasada y la presente: «Somos conscientes de que la gente tiene un cierto recelo porque en la comarca se han vivido episodios muy malos con este tema. Pero este consorcio no caerá en eso. No vamos a seguir el modelo de los macrovertederos, hablamos de instalaciones más pequeñas que se pueden ampliar en fases, aunque las necesidades de la propia infraestructura serán menores una vez reduzcamos el rechazo por debajo del 40 %».

Los ayuntamientos tendrán hasta finales de enero para dar una respuesta. Además, otra localidad que esté interesada puede presentar su propuesta. «Al final, si tenemos cuatro o cinco pueblos interesados será mucho mejor para tomar una decisión», adujo.

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