La Ribera cerró el mes de noviembre con el mejor dato de paro registrado en casi una década tras bajar de la barrera psicológica de 20.000 demandantes de empleo que parecía infranqueable desde que se superara esa cifra en 2009 como consecuencia de la crisis económica, en una escalada que llegó a superar ampliamente los 30.ooo parados unos años después. Un total de 19.005 personas figuraban inscritas como demandantes de empleo en las oficinas del Servef al finalizar noviembre, lo que representa 1.237 parados menos que en octubre o, en términos relativos, un descenso del 6,12 %. Hay que remontarse a finales de 2008 para encontrar un registro similar ya que el Servef contabilizaba aquel diciembre 18.928 desempleados. La crisis derivada del pinchazo de la burbuja inmobiliaria disparó ese año el desempleo.
El otoño suele ser una época propicia para el mercado laboral de la Ribera, que sigue sus propios ciclos. Si la actividad derivada de la campaña citrícola y del caqui ya propició en octubre un descenso del paro del 9 %, es la industria la que tira del empleo en noviembre en la Ribera, aunque el adelgazamiento de las listas del Servef es generalizado en todos los sectores económicos con caídas que oscilan entre el 12,4 % de la industria y el 3,64 % de la construcción. En el caso de la agricultura el descenso supera ligeramente el 6 % mientras que la reducción del número de desempleados es del 5,31 % en el sector servicios.
La Ribera tira de la C. Valenciana
Cabe señalar que el descenso del desempleo en la Ribera (6,12 %) es muy superior al que arrojan las estadísticas en el conjunto de la Comunitat Valenciana, donde el paro apenas bajó en noviembre un 0,64 %. Cabe destacar que el Servef contabiliza en el ámbito autonómico una variación mensual de - 2.486 parados y el tirón del empleo en la comarca contribuyó de forma sustancial a esa reducción ya que, en términos absolutos, el paro registrado se redujo en la Ribera en 1.237 personas, según los datos publicados ayer por el Servef. La tendencia del conjunto de la Comunitat Valenciana, que acumula cuatro meses consecutivos con descensos, contrasta con el repunte del paro registrado en noviembre en el conjunto de España.
Por otra parte, los datos de contratación revelan que en la comarca se formalizaron en noviembre un total de 15.666 contratos -885 más que hace un año-, de los que apenas 1.268 (8,09%) eran contratos indefinidos mientras que la gran mayoría eran temporales. La agricultura es con 5.609 el sector que más contratos generó por delante de los servicios (4.869) y la industria (4.361), mientras que la construcción únicamente contabiliza la formalización de 427 contratos.
El peso del parque empresarial Juan Carlos I, con la presencia de la factoría de Ford y de numerosas industrias auxiliares, tiene una especial incidencia en estos datos. Valga como ejemplo que, en el caso de la industria, el número de contratos formalizados en la Ribera Baixa es muy similar al de la Ribera Alta pese a contar con apenas un tercio de municipios.
Los datos de paro registrado confirman en noviembre una mejora progresiva que, con los altibajos propios de la estacionalidad que caracteriza algunos sectores económicos con un gran peso en la comarca, mantiene el mercado laboral de la Ribera. De hecho, un análisis interanual refleja un descenso del 9 % respecto de los 20.884 desempleados que el Servef computaba en la Ribera en noviembre de 2016.
El descenso del paro en todos los sectores también propicia que, un análisis por municipios, refleje una caída generalizada en las principales ciudades de la comarca. En este caso, Algemesí lidera el ranking con un descenso próximo al 12,50 % (ver cuadro adjunto).
Para registrado frente a EPA
Esta mejoría ha permitido bajar por primera vez desde 2008 la barrera de 20.000 demandantes de empleo que computan los registros oficiales. No obstante, cabe recordar que los sindicatos siempre han visto con recelo los datos de paro registrado que baraja el servicio de empleo público ya que son inferiores a los que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA). El hecho de que la inscripción en el Servef no sea obligatoria y que muchos parados de larga duración que han agotado todas las prestaciones y siguen sin expectativa de encontrar un empleo ya no se molesten en renovarla provoca estas diferencias.
Por otra parte, el gran reparo que los sindicatos realizan a esta mejora es la precariedad de los nuevos empleos que se generan y señalan como ejemplo el reducido número de contratos indefinidos que se formalizan.
El secretario comarcal de UGT, Raül Roselló, incidió ayer en que el paro sigue dependiendo en la Ribera de las campañas estacionales como la agraria o la navideña y que esta última «siempre viene marcada por la flexibilidad horaria y de jornada, así como por un abuso de horas extras». Roselló reivindicó la necesidad de apostar por unas políticas que permitan crecer a la comarca «a medio y largo plazo» con más empleo y de mejor calidad.
