Versiones confrontadas en la crisis de gobierno en Turís. El exconcejal de Compromís y miembro hasta ahora del ejecutivo local Gabriel Hervàs ha respondido a las críticas de todos los partidos y alegado que su oposición a aprobar los presupuestos municipales no se debió exclusivamente a la negativa de aumentarle el sueldo sino también a la falta de partidas económicas destinadas a las urbanizaciones y a la obstrucción de ampliar la participación ciudadana en la toma de decisiones en el consistorio.
Como ya avanzó ayer este periódico, el PP de Turís dio marcha atrás en el pacto alcanzado con Hervàs para tumbar las cuentas municipales y subirle el sueldo al considerar que las motivaciones del edil no fueron «serias» porque en Levante-EMV declaró que se oponía a las cuentas de sus socios de gobierno «por cojonudo», que la situación era «anecdótica» y coyuntural y que su intención era la de seguir apoyando la gestión del ejecutivo que ahora dirige Eugenio Fortaña. Hervàs, sin embargo, explicó el martes a través de las redes sociales que da por roto el pacto de gobierno, «lo que obliga a los socialistas a volver a renegociar un nuevo pacto si quiere sacar los presupuestos hacia delante».
«Este ha sido el año que he llegado al tope de injusticia hacia mi persona y mis delegaciones de concejal. Empezando porque desde mi punto de vista se me mintió respecto a las concejalías. En Participación Ciudadana propuse hacer partícipes a la ciudadanía de los presupuestos y me lo negaron, en Urbanizaciones no quisieron darme partida presupuestaria, así como también la Concejalía de Medio Ambiente al entrar Fortaña de alcalde. Por actos como estos, el 21 de diciembre no pude aprobar los presupuestos de 2018, ya que no atendían a ninguna necesidad personal ni política», argumentó Hervás, quien agregó: «Por no aprobar los presupuestos, Fortaña me quito mis competencias de concejal. Este acto supone la rotura del pacto. Estaré abierto al diálogo y a escuchar propuestas. Mi principal objetivo será la partida de urbanizaciones y hacer a la ciudadanía participe de los presupuestos desde la Concejalía de Participación Ciudadana».
Este periódico, sin embargo, recogió el pasado sábado que la decisión de Hervàs, según explicó, era fruto de la negativa de sus socios a equiparar su sueldo hasta niveles parecidos a los del alcalde y el teniente alcalde, cifra cercana a los 20.000 euros anuales y con una dedicación exclusiva. De hecho, aceptó que los presupuestos del equipo de gobierno estaban «bien enfocados» y podrían «ser positivos». Frente a ello, Hervàs presentó una moción de urgencia en la que se recogía su propuesta y los populares votaron a favor, logrando así su incremento. «Me hicieron una promesa pero como ocurre con las palabras, se la llevó el viento. Mi intención era equiparar las retribuciones de los tres primeros pero su respuesta fue que no lo veían lógico. El problema es que ellos sí que se lo han subido. Al final, decidí refutar los presupuestos por cojonudo, pese a que están bien enfocados y pueden ser muy positivos para la población. Tampoco les costaba mucho a ellos apoyar mi decisión», aseguró Gabriel Hervás.
«Con esta forma de proceder, Hervàs demuestra a las claras que su único objetivo era aumentar su retribución mensual, dejando de lado la renegociación de unos presupuestos que no incluyen todos los proyectos prioritarios que nuestra población necesita para cubrir sus necesidades más perentorias», afirmó el PP el miércoles para negarse a seguir con su «relación» improvisada. Por su parte, la agrupación local de Compromís de la que formaba parte Hervàs sigue pidiendo su dimisión y la devolución de su acta de concejal.
