Especialistas del Hospital Universitario de La Ribera estiman que más del 50% de la población adulta de la comarca ha sufrido alguna pérdida de pieza dental. La mala salud bucodental incide especialmente en las caries ya que, según las estadísticas, 3 de cada 10 personas padecen este deterioro de los dientes.

Los expertos abogan por los cuidados practicados desde la infancia para poder obtener una boca sana y evitar los problemas bucodentales. A lo largo de su vida el hombre tiene dos denticiones: la temporal (de leche), hasta los 3 años aproximadamente, y la permanente, que se completa aproximadamente entre los 17-21 años. Por eso es fundamental cuidar la dentadura en todas y cada una de las etapas de la vida.

Cepillado y alimentación

Es recomendable el cepillado bucal inmediatamente después de las comidas un mínimo de 2 minutos e incluso antes de ingerir alimentos para reducir la acción de las bacterias. Igualmente, los especialistas apuntan que el cepillado antes de acostarse es el más importante ya que las bacterias están más activas durante la noche al disponer de más tiempo para actuar y, por extensión, para conformar la llamada placa bacteriana. Además, la generación de saliva también baja mientras se duerme. La saliva actúa como elemento de regulación y contribuye a la remineralización de los dientes de forma natural.

En la aparición de caries también incide la alimentación. La mayor parte de los alimentos contiene azúcar o se convierten en sacarosa en la boca y al comer, los dientes sufren la agresión de los ácidos generados en la boca. La saliva ayuda a lavar los alimentos de la boca y reduce los efectos de los ácidos, que pueden dañar los dientes y causar caries.

Por lo que respecta al cepillado de dientes de los más pequeños, los expertos recomiendan utilizar cepillos de dientes desde el momento que empiezan a salir los dientes con cepillos de cerdas más blandas. La técnica del barrido horizontal es la más fácil de aprender por los niños. Consiste en cepillar todas las superficies dentales (caras internas y externas) con movimientos horizontales muy cortos (de atrás hacia delante) y de suave presión para eliminar los restos de alimentos.

Además, es recomendable consumir bastante agua durante la comida o cena y procurar ingerir una alimentación variada.