El servicio pionero de Policía Local Asociada de Càrcer y Alcàntera de Xúquer ha logrado reducir la delincuencia y aumentar la seguridad de las dos localidades implicadas. Era el principal objetivo por el que se fusionaron ambas plantillas y el resultado apenas ha tardado cinco meses en llegar, pese a que el proyecto se encontraba en fase de prueba. La paz y la tranquilidad reinan hoy en ambos municipios de la Ribera.

La clave del éxito tras mancomunar los servicios policiales ha sido la creación de un único cuerpo formado por seis agentes que, divididos en turnos, operan durante 15 horas diarias de lunes a domingo. Además, la estrecha vinculación que guardan con la Guardia Civil les ha permitido mejorar su eficacia. Apenas hay vandalismo y los vecinos lo agradecen, sobre todo los grupos con mayor riesgo de ser víctimas. «Se ha conseguido disminuir los delitos hasta niveles mínimos. Ahora, la gente tiene mucha más confianza y nuestra meta es que ese vínculo crezca porque, en nuestro caso, un 26 % de los habitantes son mayores y queremos que se sientan seguros», explicó el alcalde de Alcàntera, Julio García. En la misma línea se mostró Josep Botella, primer edil de Càrcer. «Teníamos un grave problema con los robos en el campo y hemos notado que ya no está siendo tan frecuente. Con este plan se ha mejorado mucho el bienestar social de las personas. Ha valido la pena», afirmó.

Garantías de progreso

La intención de las poblaciones es seguir mejorando las prestaciones. De hecho, a partir del nuevo año se va a poner en marcha un nuevo calendario laboral que reforzará el servicio. Además de las labores de vigilancia, también está previsto que los policías cubran los eventos más importantes de ambas poblaciones, sobre todo este planteamiento está concebido para las fiestas patronales.

Asimismo, a través de un cuadrante, se podrá saber cuánto tiempo dedican a patrullar y por qué zonas, para de este modo, marcar una ruta de trabajo predefinida. «Ser los primeros en algo siempre trae problemas, por eso estamos tratando de enriquecer los aspectos que creemos que pueden otorgarle una mayor calidad al trabajo que desempeña esta Policía Local Asociada. Aun así, estamos contentos porque los efectos han sido muy positivos», aseguró Botella.

Como ya adelantó este periódico, Càrcer y Alcàntera obtuvieron en mayo la autorización para poder asociar ambos cuerpos de policía, ya que se trata de pequeños municipios que, entre los dos, superan por poco los 3.000 habitantes. Para poder hacerlo, se ampararon en la Ley Orgánica 2/1998, que estipula en uno de sus apartados la posibilidad de unión entre dos o más poblaciones que no dispongan separadamente de recursos suficientes para la prestación de los servicios de Policía Local. No obstante, la idea viene de la anterior legislatura. Cuando los dos alcaldes entraron a gobernar, rescataron la propuesta, desechada bajo dicha fórmula y trasladada al asociacionismo. «Nos gustaría ampliar nuestro modelo y acoger también a otros como Cotes, pero no es fácil. La ley debería ser más benévola», sentenció García.