La agricultura ha vuelto a ser la gran castigada por las condiciones meteorológicas debido a las altas temperaturas de estas últimas semanas, donde en algunas poblaciones de la comarca se han llegado a superar los 27 grados. La falta de horas de frío y el calor inusual en esta época del año han provocado la floración prematura de muchos árboles frutales. También se han podido ver los efectos de la climatología en los almendros, donde la flor ya ha salido y lo hecho casi con varias semanas de antelación.

La estampa en los campos que ha dejado este fenómeno en la Ribera es más típica de la primavera y del mes de marzo, aunque el vicepresidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Bernardo Ferrer, afirma que no mermará mucho la producción. «Los árboles no han tenido un parón invernal porque el tiempo no lo ha facilitado. Estamos teniendo un invierno muy engañoso, lleno de altibajos. Ahora, tras un episodio de registros históricos, viene la lluvia. Esto lo que provoca es que se distorsione el ritmo climático del árbol», explicó Ferrer.

Aun así, recuerda que en la comarca hay algunas variedades tempranas, como es el caso de las Navel, que suelen ofrecer las primeras postales a los aficionados a la fotografía a finales de diciembre o en enero. Aunque si hay un problema añadido que preocupa a la gente del campo, ese es el del frío. ¿Los motivos? Básicamente, la entrada de aire polar podría acabar de golpe con el proceso de floración. A este temor, también se le suma el deseo de que las lluvias puedan ayudar, aunque el vicepresidente de AVA-Asaja advierte del peligro que representaría para los árboles la humedad.

«Tenemos algunos cítricos y frutales que por su morfología es bastante normal que hayan adelantado su desarrollo. El clima lo ha favorecido. Ahora hay que estar expectantes para ver cómo se desarrollan. La última palabra la tendrá la meteorología», aseguró.

Proceso habitual

En la misma línea se mostró José Carlos Martínez, secretario comarcal de La Unió de Llauradors, que explicó que este fenómeno es bastante habitual y suele repetirse año tras año. «De algún modo, casi todas las temporadas hay variedades que adelantan su proceso porque estamos en una zona donde padecemos mucho los extremos. Hay semanas en las que hace mucho calor y otras en las que hace mucho frío. Ahora, en la localidad de Alginet hay muchas parcelas que destacan muy por encima del resto por su colorido. Sobre todo, se puede comprobar en el caso de los almendros. En cítricos, el mejor ejemplo está en las nectarinas», finalizó Martínez.