Los jabalíes abatidos por cazadores de la sociedad cinegética de Alzira aumentaron un 7 % en el último año en base al registro de piezas analizadas en el laboratorio de referencia del club para determinar si pueden ser consumidas. La farmacia contabiliza en 2017 un total de 153 determinaciones de triquina frente a las 143 del año anterior. Se trata de la segunda cifra más alta de piezas analizadas de los últimos diez años tras las 159 capturas que se contabilizaron en 2015. No obstante, el número de jabalíes abatidos en las montañas de Alzira es, con toda seguridad, superior, ya que los aficionados pueden analizar sus capturas en otros laboratorios. Los cazadores enfundarán el domingo sus escopetas al finalizar el período autorizado de caza y no podrán realizar esperas hasta el próximo mes de abril.
La proliferación de jabalíes ha provocado repetidas quejas de los agricultores debido a los daños que ocasionan en los cultivos al escarbar las raíces de los árboles, destrozar márgenes o infraestructuras de riego. Los cazadores, por su parte, también han alertado de que el aumento de la población de cerdos salvajes incrementa el riesgo de accidentes de tráfico ya que en sus desplazamientos nocturnos cruzan todo tipo de carreteras.
El informe presentado por la Associació de Caçadors d'Alzira en la reunión que el sector agrario mantuvo en diciembre con el subdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana cifraba en más de mil piezas -en concreto, 1.008- las abatidas en ocho años en el término de Alzira en base a los análisis de triquina realizados. A esta cifra, llamativa por sí misma, hay que añadir los 153 del año pasado. El informe recurría a datos publicados por la propia conselleria para alertar de que las caputuras se han duplicado en un plazo de diez años, dato inequívoco de que la población de jabalíes ha aumentado de forma exponencial.
El sector agrario y la Asociación Valenciana de Agricultores en particular han reivindicado la adopción de medidas extraordinarias para frenar lo que no dudan en calificar como plaga. De hecho, el vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, ya alertó en aquella reunión de que los incendios en municipios del entorno y la sequía habían provocado una gran concentración de fauna en las montañas de Alzira por lo que llegó a señalar que los datos de la conselleria incluso se quedaban cortos para este ámbito.
Por otra parte, los cazadores siguen a la espera de la adjudicación del coto de caza de la Casella donde, según señaló el presidente del club, José Antonio Ferrer, se acumulan ya casi tres años sin poder cazar. El Ayuntamiento de Alzira ha aprobado recientemente las bases para adjudicar el aprovechamiento cinegético tanto del coto de Les Agulles como del acotado de la Garrofera, una concesión que vence este año. La sociedad de cazadores ha pedido formalmente que se autoricen esperas en el paraje protegido de la Murta para abatir jabalíes, una opción que el ayuntamiento nunca ha contemplado.
