La Junta Local Fallera de Alzira sustituirá la talla de la Mare de Déu del Lluch ante la que tradicionalmente se realizaba la ofrenda por una imagen monumental de cinco metros de altura, que saldrá del taller del artista alcireño Bernat Estela. La directiva que encabeza Jaume Bohigues había anunciado cambios en la ofrenda, pero tras descartar las comisiones la posibilidad de dividir el desfile en dos bloques, mañana y tarde, la nueva imagen se presenta como una de las novedades más llamativas. Además, el nuevo templete se pretende ubicar en el centro de la plaza Mayor.
La antigua talla de madera, una de las réplicas realizadas de la imagen que tras la Guerra Civil labrara el escultor Antonio Ballester -la original que se encontraba en la ermita había desaparecido durante la contienda-, ha sido minuciosamente restaurada por el Museu Municipal d'Alzira (MUMA) ya que se encontraba muy deteriorada.
Deterioro acumulado
La exposición a la intemperie durante las fiestas y los continuos traslados habían hecho mella en la imagen, de forma que la restauración ha restituido elementos que se habían perdido -al niño le falta un brazo y también se habían roto algunos dedos, mientras que las alas de los ángeles carecían de consistencia y amenazaban con desprenderse-, ha reparado las grietas que presentaba y recuperado los colores originales.
Bernat Estela ha tomado como modelo para elaborar la nueva y monumental imagen de la patrona la réplica de la Virgen del Lluch que se encuentra en el cementerio municipal. El escaneado de esta talla le ha permitido sacar las proporciones y la nueva obra reproducirá la Virgen con el niño.
El JLF aprovechó el lunes una asamblea de presidentes para presentar la imagen rehabilitada, que quedará expuesta en la sede de la entidad festiva con unas protecciones para garantizar su adecuada conservación. El restaurador de la obra, Alfredo Benavent, que ha trabajado en el MUMA con una beca, explicó el proceso realizado en los útimos meses.
El director del Museu, Agustín Ferrer, detalló a Levante-EMV que, además de los desperfectos, la imagen también había sufrido intervenciones «que no eran adecuadas» como repintados de forma aleatoria sin tener en cuenta la pieza original y destacó que la rehabilitación había supuesto un trabajo «muy delicado».
Ferrer explicó que, además de hacer entrega de la imagen, en el acto organizado por la Junta Local Fallera se explicó el trabajo de recuperación realizado «para que vieran que la imagen estaba en muy mal estado y que ahora toca cuidarla».
