Un hombre de 31 años que permanecía en la playa de Gandia falleció ayer, seguramente a consecuencia de una indisposición, cuando se encontraba a apenas un metro de la orilla del mar, en la zona que da a la avenida del Nord.

El suceso ocurrió alrededor de las 17.30 horas cuando varias personas que se encontraban junto al fallecido detectaron que se encontraba en el agua sin movimiento alguno. Rápidamente lo llevaron a la orilla y trataron de reanimarle. En segundos acudieron sanitarios y socorristas de la Cruz Roja, quienes, a primera vista, comprobaron que el hombre ya había fallecido no a consecuencia de un ahogamiento, sino de algún fallo que le imposibilitó siquiera recorrer el metro de distancia que le separaba de la arena.

Al no responder a las actuaciones de reanimación para tratar de salvarle a la vida, los sanitarios llamaron a la policía, que se hizo cargo del cadáver. Numerosos curiosos presenciaron la escena tanto de reanimación como de retirada del cuerpo.

La mayoría de los fallecimientos que se producen en verano en las playas no son por ahogamiento, sino por infartos u otro tipo de fallo de órganos vitales.