La situación que sufren los municipios del sur de la comarca de la Safor con el paso de la N-332 por sus términos municipales ya se ha convertido en más que un problema de seguridad de los vecinos. Se trata también de un asunto de salud pública. Lo dice un estudio elaborado por expertos del Campus de Gandia de la Universitat Politécnica de València que concluyen que Bellreguard, Palmera, l'Alqueria de la Comtessa y Oliva soportan un 50 % más de tráfico que hace 16 años y, como consecuencia, una contaminación acústica que supera en un 15% la establecida por ley.

Ese estudio, que cifra el paso medio de vehículos por estas urbes en cerca de 18.000 diarios, ha sido concluyente para que el PSPV-PSOE de Oliva haya denunciado frente a la Comisión Europea (CE) al Ministerio de Fomento, departamento que ha estado dirigido por los socialistas en varias legislaturas, por el inmovilismo y la falta de respuestas de la administración central a la hora de encontrar una solución para la N-332 a su paso por estas localidades.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la formación y que les ha servido para dar el paso es, además del informe, el hecho de que los presupuestos de 2016, aprobados ya por el PP, no incluyan partida presupuestaria ni proyecto para sacar de los cascos urbanos una vía que gran parte del tráfico que soporta diariamente son camiones y maquinaria pesada.

Para mayor enfado de la sociedad olivense, como publicó este periódico la pasada semana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del PP, ha inaugurado en las últimas semanas varios tramos de autovía libre de peaje en distintos puntos de España mientras deja en el cajón del olvido el proyecto de liberalización de la AP-7, algo que exigen los alcaldes desde hace años.

Los socialistas, a través de un comunicado, recordaban ayer que el estudio fue solicitado por Ana Morell en su función de alcaldesa en funciones en el último tramo de la pasada legislatura.

Las conclusiones de esta investigación fueron, entienden desde el PSPV, «muy alarmantes» debido a los altos niveles de contaminación acústica y de vibraciones que soporta la ciudad y que los investigadores cifraron entre 73-75 decibelios, cuando la ley europea señala que, de día, el máximo está establecido en 55 y de noche es de 45. Los dos niveles se superan con creces en Oliva.

Ese estudio, explicaron los socialistas, fue enviado a la Demarcación de Carreteras y al Ministerio de Fomento para demostrar «la grave situación que soportan las ciudadanas y ciudadanos de Oliva, así como de poblaciones vecinas como l'Alqueria de la Comtessa, Palmera y Bellreguard».

Para la Agrupación, resulta «insultante» esperar a una «posible» liberalización de la autopista en el 2019 «y aún más siendo conocedores de que el Estado va a liberalizar tramos de autopista en otras comunidades, pero se olvidan de priorizar la N-332 en su paso por Oliva».

«No somos ciudadanos de segunda, llevamos muchos años con negociaciones y con muchas promesas pero ninguna solución», apuntaba Carlos Mengual, secretario general del PSPV de Oliva.

El también concejal indicaba que «la paciencia llega a su final y más aún cuando conocemos y podemos demostrar el efecto de la N-332 sobre nuestros ciudadanos, familiares y vecinos».

Los socialistas consideran que los niveles de ruido vulneran el tratado de la CE contra el ruido y creen que en este texto, «lo que prevalece es la igualdad de todos los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europa en cuanto a derechos, como la protección del medio ambiente o la protección de la salud».

Precisamente hoy, una delegación encabezada por el alcalde, David González, viaja a Madrid para reunirse por enésima vez con responsables de Fomento para tratar un tema que lleva en la agenda de los políticos locales de los cuatro municipios desde hace más de veinte años.