El grupo de Compromís per Vilallonga ha criticado al alcalde de la localidad, el socialista Enric Llorca, por haber remitido cartas a proveedores del ayuntamiento a quienes se les comunica que no puede pagar las facturas por culpa de los dos grupos de la oposición, PP y Compromís, así como de las dos concejalas «tránsfugas».

En la carta, a la que ha tenido acceso este periódico, Llorca señala a los proveedores los nombres y apellidos de los seis concejales que votaron en contra de aprobar el pago de facturas que no tenían asignada partida presupuestaria.

Santi Alberca, portavoz de Compromís, señala que, con esa carta, el alcalde, «ha dado otro paso en el despropósito en que se ha convertido su gestión al frente del consistorio», y añade que el pago de esas facturas contaba con informe de reparo de la secretaria municipal.

El pleno celebrado el pasado mes de septiembre votó en contra de pagar esas facturas. Solo respaldaron la propuesta los cuatro concejales socialistas, contando al alcalde, mientras que PP, Compromís y las dos concejalas díscolas del PSPV, que ya han sido expulsadas del grupo, emitieron voto en contra.

El portavoz de Compromís señaló ayer, a través de una nota de prensa, que el «con esta rabieta, el alcalde demuestra poca seriedad al frente del ayuntamiento, ya que él puede pagar las facturas, como ha hecho en otras ocasiones».

Compromís per Vilallonga ha denunciado que el alcalde de esta localidad, que de momento está obligado a gobernar en minoría, «no tiene habilidad suficiente para aunar la ayuda necesaria para sacar adelante la gestión en el ayuntamiento», y concluye que el propio Enric Llorca «se ha convertido en un problema para el municipio y para el buen gobierno de Vilallonga».