El grupo de Compromís per Vilallonga anunció ayer, a través de un comunicado, su deseo de negociar un plan de inversiones para el municipio y la congelación de la subida del IBI como paso previo para la aprobación del presupuesto municipal, algo que el gobierno local socialista no ha podido conseguir hasta ahora.

Compromís per Vilallonga señala que, ante esas demandas «razonables» solo han recibido, por parte del alcalde, Enric Llorca, «el insulto, la descalificación y el chantaje», y puso como ejemplo la negativa de Llorca a la propuesta de que el pleno de presupuestos, celebrado el lunes pasado, tuviera lugar la próxima semana.

Compromís lamenta «que la incapacidad del alcalde para resolver diferencias en su grupo desemboque en la existencia de un municipio ingobernable», y recuerda que esta es la segunda legislatura en la que Llorca «fracasa de forma estrepitosa» a la hora de conseguir un gobierno estable. En el primero, entre 2007 y 2011, la ruptura que impidió sacar adelante la gestión municipal se produjo precisamente entre los grupos del PSPV-PSOE y Compromís.

El grupo que lidera el concejal Santi Alberca concluye advirtiendo al alcalde que «quema sus energías en armar líos en vez de preocuparse por obtener subvenciones, liderar proyectos y hacer que el pueblo avance».