Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

mestre, quina toquem ara?

El PP local ha estado jugando a la moción de censura contra el Gobierno desde el preciso instante en el que Ciro Palmer decidió apoyar en la investidura a Diana Morant. El acoso ha sido constante con el obsesivo y casi enfermizo objetivo de recuperar el poder a cualquier precio. Saben que el tiempo juega en su contra por un simple razonamiento: a más días de Gobierno de progreso, mayor acceso a la documentación, digamos, sensible. Pongo un ejemplo concreto. En plena campaña electoral para las Generales del pasado 20 de diciembre los populares de Gandia citaban a varias asociaciones del Grau a una reunión que se celebró en el salón de actos de la Cofradía de Pescadores. La consigna no dejaba lugar a la más mínima duda: ayudadnos a ganar las elecciones y en enero habrá una moción de censura que devolverá la alcaldía al PP. Lo bien cierto es que dicho razonamiento ya rodaba por la ciudad antes de la cita electoral; hablamos del clavo ardiendo al que se aferran quienes no quieren reconocer la tozudez de las matemáticas: trece son más que doce.

El arroz se les está pasando. Cada vez tienen menos argumentos. El Gobierno PSOE+Gandia ya ha tomado las decisiones más duras e impopulares de toda la legislatura. No es plato de buen gusto subir los impuestos, pero menos lo es dejar Gandia en manos de los hombres de negro del Ministro Montoro. Las decisiones que se han tenido que tomar han sido duras, nada que ver con caprichos electoralistas; más al contrario, medidas impopulares muy poco agradables de asimilar. Pero ya se vislumbra la luz al final del túnel. Se aprobó el plan de ajuste; se han abonado casi 18 millones de euros en facturas atrasadas; la renegociación de la deuda bancaria ha supuesto un ahorro de 10,6 millones de euros a las arcas municipales y de la más absoluta bancarrota hemos pasado a disponer de una liquidez de tres millones de euros.

Por citar otro ejemplo, los trabajadores del servicio de recogida de residuos urbanos han percibido las dos pagas pendientes más la de navidad y cobran las mensualidades con regularidad. Durante el año recién estrenado se finalizarán las obras enmarcadas en el plan de ayudas de la Diputación Provincial con una dotación de 2,7 millones de euros. En políticas sociales ha habido en estos últimos seis meses un gran incremento de ayudas para los más necesitados y en el 2016 se pondrán en marcha las viviendas sociales reformadas gracias al citado plan del ente provincial.

Para coronar esta sensación de moderado optimismo, el 2015 se despidió con dos buenas noticias: la llegada de la Vuelta Ciclista a España tras 24 años de ausencia y la confirmación de la permanencia del Sansan Festival en Gandia a falta de concretar recinto.

Formamos un Gobierno compacto en el que conviven sensibilidades diversas, pero no les quepa la menor duda que trabajamos al unísono con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a quienes nos debemos.

Y como queda espacio en este artículo, no quiero resignarme a no formular mi propio análisis electoral de las Generales a nivel local. El PP habla de fracaso del PSOE, pero los números vuelven a ser tozudos. Es evidente que los dos grandes partidos tradicionales hemos perdido apoyos ante la irrupción de las fuerzas emergentes que llegan con la ventaja de no arrastrar mochilas del pasado.

Los ganadores en Gandia han sido la coalición de Podemos con Compromís y Ciudadanos con su 14,15 % de apoyo popular, lo que significa que el electorado no ha castigado la decisión -acertada- que en su día tomó Ciro Palmer. Si comparamos los datos con la anterior cita electoral de 2011, el PP ha pasado de 21.127 apoyos a 13.042 y el PSOE de 9.266 a 7.129. Es decir, los populares han perdido un 21 % de votos y los socialistas un 6 %.

Mientras tanto, en Madrid, Rajoy, Rivera y compañía, preocupados por la moción de censura de Gandia, o quizás tengan otros problemas más urgentes que resolver ¿No creen?

Compartir el artículo

stats