El pasado fin de semana, en la plaza del Prado, tomaba un helado en compañía de mi nieta Mar y de sus amigas Alejandra, Sara y Sofi, y cuando se me ocurrió preguntarles que tal les iban los estudios, les desapareció por un momento la sonrisa y, entre unas y otras, vinieron a decirme que era tanto el trabajo que debían de hacer en casa que no les quedaba tiempo ni para jugar ni para descansar, ni para ver la tele.

Ante mi extrañeza, Joan, un niño con cara de listo que oía la conversación, añadió: Es verdad lo que dicen. En esto de los deberes se pasan mogollón.

De todas las madres a las que he preguntado, ninguna puede comprender esta sobrecarga de trabajo en una jornada agotadora que comienza a las 7.30 de la mañana y, doce horas después, sigue todavía por culpa de los malditos deberes del cole.

He buscado en Google los informes de las instituciones y organismos más importantes sobre esta cuestión que tanto agobia a niños y padres, y me encuentro con que, según la OCDE: «Los niños españoles dedican un tiempo excesivo a las tareas escolares, que sobrepasa con creces la media de los países europeos». También me dice Google que: «Los deberes abusivos provocan conflictos en las familias que ven en la conciliación de la vida laboral y familiar una utopía. Las largas jornadas laborales de los mayores se ven todavía más perjudicadas por las tareas escolares abusivas; los padres no pueden compartir su tiempo con sus hijos o lo comparten para ejercer de docentes».

Y finalmente leo en la tesis de doctorado de Rebeca Díez sobre los valores y competencias educativos en los videojuegos de la TDT infantil, que: «Los niños pasan la mayor parte del tiempo en el colegio y, cuando salen, alargan la jornada escolar. Según el Informe sobre la Infancia en España 2012-2013 realizado por Unicef, la mayor parte del tiempo que no están en el colegio lo dedican a hacer los deberes (el 91 % lo hace cada día o casi cada día), tiempo que muchos pedagogos y profesores actualmente consideran excesivo por lo que en las redes sociales y en plataformas ciudadanas se ha abierto un debate al respecto. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), ha alzado su voz en contra de los deberes y denuncia que se han convertido «en una prolongación de la jornada escolar». Los datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE) en su Informe Does homework perpetuate inequities in education? señala que el número de horas que los estudiantes españoles dedican a hacer los deberes en casa es de 6,5 horas a la semana frente a la media europea de 4,9 horas».

Después de leer todo lo entrecomillado, sabiendo que los resultados del informe PISA no nos dejan en buen lugar y que somos de los países con más carga extraescolar para el niño, habrá que llegar a la conclusión de que algo no se está haciendo bien.

No dejéis de ver el vídeo: youtube.com/watch?v=eo1JyMp5pKk.

Os sorprenderá.