La capacidad que tiene este «nuevo gobierno» para sorprendernos parece que no tiene límite. La gran medida de retirar el cordón de acceso a la segunda planta nos ha cogido a todos desprevenidos y ha causado una gran expectación entre los vecinos que, inmediatamente, se han acercado a la casa consistorial para hacer fotografías y deleitarse ante tan insólito hecho. Sí, como se lo cuento; se lo confirmo con el titular que se ha enviado a todos los medios de comunicación: «El Gobierno de Gandia retira el cordón de acceso a la segunda planta del ayuntamiento». La medida estelar ha dejado perplejos a los observadores políticos que no recuerdan una hazaña semejante en muchos años.

¿Era preciso hacerlo? O mejor, ¿era preciso hacer nota de prensa y exponer a bombo y platillo la retirada de dicho cordón? Sinceramente creo que no. Sencillamente me parece una medida populista, un simple «postureo» para decir que son los más transparentes y los más cercanos a los ciudadanos. Otra medida del «equipo Diana», que tiene más de «postureo» que otra cosa.

Me recuerda (no lo puedo evitar) al anuncio hecho a principio de legislatura de que se iba a subastar el coche oficial, ya que la alcaldesa no pensaba utilizarlo. Bueno, pues a día de hoy, el susodicho coche sigue llenándose de polvo y pudriéndose en la cochera de los bajos del Ayuntamiento.

Dicen, en la pomposa nota de prensa, que la medida es para «abrir a la ciudadanía el acceso a los políticos». Permítanme que lo dude, entre otras cosas porque, en el caso de la Sra. alcaldesa es prácticamente imposible encontrarla en el ayuntamiento de su ciudad, tiene demasiadas ocupaciones en Valencia. Como dato les diré que en la «agenda pública de la Alcaldesa», a principio de legislatura se reservaba una hora u hora y media a la semana para «atenció a la ciutadania». Pues bien, desde el pasado día 3 de marzo no aparece ni un solo minuto destinado a atender a los vecinos de Gandia.

Miren, si de verdad quieren acercarse al «pueblo», salgan a la calle y hablen con los vecinos. Dejen sus confortables despachos y palpen «in situ» la realidad de una ciudad que tienen ustedes paralizada. Arriésguense a saber lo que de verdad piensan de su gestión, no se limiten a escuchar a sus «palmeros», porque a ellos, mientras ustedes les sigan consiguiendo puestos de trabajo, todo lo que hagan les va a seguir pareciendo bien.

Si de verdad quieren transparencia, accedan a la petición del Partido Popular y permitan que las juntas de portavoces sean públicas. ¿Qué miedo tienen? ¿Qué les preocupa? ¿Quieren transparencia, acercamiento y participación? ¿O no lo quieren?

Por cierto, les recuerdo que el desterrado cordón lleva más años puesto en la escalera que el palo de la bandera en el balcón, no vaya a ser que alguien piense ahora que el cordón también lo pusieron los malos malísimos de la película. Fue una medida adoptada por el gobierno de Pepa Frau? o incluso anterior.