Comienzo este artículo de opinión con las mismas palabras que empleé en el publicado a mediados del pasado enero: «Nadie puede negar que nuestra Gandia está sucia». Sólo hay que dar una vuelta por cualquiera de nuestras calles o plazas para percatarse de la realidad: suciedad, abandono, desidia y falta de mantenimiento.

La ciudad está muy sucia y da una penosa imagen de dejadez. Las papeleras suelen estar a rebosar, los excrementos de perro parecen minas en un campo de batalla, los papeles y bolsas son elemento cotidiano en la decoración de la ciudad, las aceras están pegajosas por falta de «baldeos» y de limpieza con agua a presión, los solares parecen auténticas selvas urbanas, como el caso de los alrededores del nuevo hospital o la nueva zona del PAI de Santa Anna, los bancos del paseo están repletos de excrementos de pájaros, etc.

¿Y mientras tanto que hace este gobierno? Pues lo mismo que viene haciendo durante toda la legislatura, echar la culpa de todo lo que sucede al Partido Popular. Miren ustedes: ya llevan un año en el gobierno, empiecen a trabajar y a asumir responsabilidades.

Han gastado ya el comodín del público y el comodín de la llamada. Ya no les quedan más comodines, ya nadie les cree.

Llegaron al poder y eliminaron muchos servicios, entre ellos uno esencial para mantener la ciudad limpia, como era el caso del «servicio de recogida de excrementos de animales de compañía». Como era «cosa del PP», había que eliminarlo de raíz, tenía que desaparecer de la «faz de la ciudad» cualquier cosa que recordara al anterior gobierno.

Y no sólo es la suciedad que se ve, también es la que se huele. Este invierno ha sido insufrible pero ahora, con la llegada del calor, es absolutamente insoportable el olor que se percibe al pasear por nuestras calles. ¡Qué pena de Gandia!

Y todo ello sin hablar de las plagas. Cucarachas y ratas campan a sus anchas por calles y plazas de toda Gandia. Y ahora, en estos inicios del verano, se están produciendo ya numerosos casos de picaduras de mosquito tigre. Un mosquito que tiene un criadero en sitios como el parc d'Ausiàs March, cuyo lago artificial está a rebosar de porquería.

Hojas caídas, colillas, papeles y demás, se amontonan en los imbornales, taponándolos y haciendo imposible que puedan realizar su labor en caso de lluvia.

Ahora, no lo duden, saldrá alguien del gobierno o algún asesor, escribiendo artículos de opinión en los que echarán la culpa de todos los males de la humanidad, y por supuesto también del lamentable estado de abandono en el que tienen a Gandia, a los malos malísimos del Partido Popular, pero, como escribo más arriba, se les ha acabado la poca credibilidad que tenían (más que poca, nula). Ya han gastado ustedes todos los comodines, ya llevan un año en el Gobierno y ya es hora de que tomen responsabilidades y presten atención a los vecinos. Sí, a esos mismos a los que ustedes han subido los impuestos un 25%.