La paralización de la macroplanta de tratamiento y eliminación de Llanera de Ranes (la Costera) condujo al Consorcio de Residuos V5 (COR) a iniciar, en abril, un proceso participativo para ofrecer a los 91 ayuntamientos que integran las cinco comarcas del área de gestión „la Costera, la Canal, la Vall d´Albaida, la Safor y el Vall de Ayora„ la posibilidad de proponer emplazamientos alternativos en sus municipios para suplir la carencia de infraestructuras para tratar las basuras.

Al cierre del plazo de dos meses concedido por el organismo, solo tres municipios, Bufali (la Vall d´Albaida), Vallada (la Costera) y Ròtova (la Safor), se han postulado para acoger en sus términos instalaciones de tratamiento y reciclaje de la basura.

Las tres opciones podrían ser compatibles, puesto que la Generalitat contempla un escenario con tres plantas de estas características para que, en la medida de lo posible, cada comarca trate sus propios residuos. En cualquier caso, una comisión técnica se encargará de valorar la idoneidad de las ubicaciones planteadas por cada consistorio.

El proceso se cerró ayer con una propuesta de última hora que el Ayuntamiento de Vallada, el más endeudado de la Comunitat Valenciana, aprobó por unanimidad en un pleno extraordinario y urgente convocado a las dos de la tarde. La corporación ofrece al COR la posibilidad de disponer de los terrenos de Valpark.

El fracasado parque logístico proyectado durante la época del ladrillo ocupa una superficie de más de un millón de metros cuadrados que se encuentra paralizada desde 2009, cuando las empresas urbanizadoras abandonaron las obras. El proyecto ha generado al ayuntamiento un pasivo bancario de más de 20 millones de euros „6.924 euros por habitante„ que representa una pesada carga y asfixia las finanzas municipales. «La deuda nos aplasta», resume la alcaldesa, María José Tortosa.

La ubicación planteada en un principio corresponde a los terrenos adquiridos por el Sepiva en los tiempos de Francisco Camps como presidente de la Generalitat. La sociedad pública adeuda 1,8 millones de euros a Vallada tras el fracaso del macropolígono.

Instalaciones comarcales

Tortosa se reunió antes del pleno con el director de Calidad Ambiental de la Generalitat para examinar los pros y contras de la propuesta. Según la información transmitida por la Conselleria de Medio Ambiente, la planta tendría capacidad para tratar un máximo de 60.000 toneladas de la Costera y la Canal, a tiempo que generaría «entre 30 y 40 puestos de trabajo» y reportaría unos ingresos de más de 100.000 euros al año para el consistorio por el canon de tratamiento. Vallada aspira a una infraestructura donde se separa y recicla la basura antes de ser eliminada. «En ningún caso un vertedero», aclaró la alcaldesa.

Ròtova opta al mismo tipo de instalación, tanto en dimensiones como en características, para la Safor, aunque la planta de Bufali es la que tiene los trámites más avanzados y es la única que podría ponerse en marcha antes de 2019.

Fuentes del COR sostienen que el objetivo es articular un «modelo más sostenible y solidario entre comarcas». Antes han de salvarse muchos escollos. Por un lado, todavía no se han determinado las posibles consecuencias jurídicas y económicas de la paralización de la planta de Llanera de Ranes, que iba a tratar 130.000 toneladas de las cinco comarcas. Por otro, ha de valorarse el coste económico y social de ejecutar tres instalaciones de tratamiento.

Además, ningún ayuntamiento ha ofertado suelo para albergar un vertedero en su término, otra de las opciones que ofrecía el proceso participativo del COR. Aunque inicialmente el alcalde de Zarra (el Valle de Ayora) se mostró dispuesto a dar cabida a instalaciones de eliminación de la basura, al cierre del plazo otorgado no ha presentado ninguna propuesta concreta. En cambio, Teresa de Cofrentes (también en el Valle de Ayora) se ha ofrecido a acoger una planta de transferencias, que podría no ser necesaria dado el escaso volumen de residuos que genera esa comarca del interior valenciano.