Un juez de Gandia ha decretado una orden de alejamiento de una joven de 31 años de sus padres por un periodo de tres meses. El motivo es que, presuntamente, la chica encerró al matrimonio en casa porque se negaban a entregarle una cantidad de dinero que les exigía.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles. Según informa la jefatura superior en un comunicado, la chica había ido a la vivienda de sus progenitores con la intención de que le prestaran dinero. Estos se negaron, lo que hizo que la joven entrara en ira y decidiera encerrar al matrimonio en la vivienda, junto a ella, con la intención de presionarles para lograr su propósito. Además, según indica el comunicado, llegó a amenazar de muerte a sus propios padres.

El padre escapa tras un despiste

En un momento dado, la joven, de nacionalidad española y que presenta antecedentes policiales, se fue al baño. Pese a la tensión que se estaba viviendo, ese instante fue aprovechado por su padre para tratar de escapar de aquella situación. Salió a la calle y, alterado, pidió el teléfono móvil a un viandante que pasaba en ese momento junto al edificio.

Con este terminal dio aviso a la Policía Nacional, que no tardó en personarse en el lugar.

Cuando los agentes llegaron, encontraron al hombre aún en la calle. Subiendo a la vivienda, este fue explicándoles lo sucedido y cuando la policía accedió a la casa se encontró que la chica aún estaba en el interior del baño. Tras convencerla para que saliera del mismo, los agentes realizaron una serie de comprobaciones para lo cual se entrevistaron con todas las partes.

La chica fue finalmente arrestada por los agentes de la Policía Nacional, trasladada a la comisaría y posteriormente acusada de un presunto delito de detención ilegal y amenazas a sus dos progenitores durante su arrebato. Una vez puesta a disposición del juez, este dictó una orden de alejamiento de sus padres por un periodo de tres meses.