Nunca, desde los 'aplecs' de finales de los 70 y principios de los 80, se había concentrado tanta gente en Bellreguard. Más de 3.000 personas pasaron o acamparon en la población durante el pasado fin de semana para beneficio de comercios y hosteleros con motivo del Festival de Música Festardor.

Todos los consultados señalan el incremento de trabajo, desde quien lo ha vivido como un fin de semana fuerte a quien ha servido más que en fiestas. Aunque se trata de clientes que no hacen grandes gastos, el flujo continuo de consumiciones permite estimar un impacto global de más de 100.000 euros, mientras que el único gasto para el ayuntamiento han sido los 2.380 euros que se han pagado en horas extra a la policía local y la cesión de vallas, sillas y mesas.

Los hosteleros y comerciantes consultados, además, destacan la educación y las buenas maneras del público que ha acudido al festival.

El alcalde, Joan Marco, asegura que «estamos satisfechos con el resultado del festival, a pesar de los desajustes propios de una primera experiencia de este tipo», por lo que pide disculpas y señala que «las molestias detectadas son subsanables de cara a próximas ediciones de este importante evento».

El alcalde bellreguardí también indica que «más allá de los conciertos, el Festardor ha proporcionado una serie de actividades abiertas como la feria de Food Trucks o las paellas, de las cuales han podido disfrutar todos aquellos que lo han deseado. Esto significa que estamos ante un festival que no ha dado la espalda al municipio que lo acoge, sino que ha mostrado su voluntad de hacer partícipe a todos».