El Ayuntamiento de Gandia ha acabado pagando antes las facturas incluidas en el presupuesto de 2016 que las que aún están pendientes de ejercicios anteriores. Aunque parezca ilógico, eso tiene su explicación. Para el año 2016 el Gobierno local presentó, y aprobó, un presupuesto ajustado a sus ingresos, de manera que disponía del dinero que se tenía que pagar por cualquier concepto. En cambio, de los presupuestos anteriores, especialmente los de 2014 y 2015, que fueron aprobados por el PP en la anterior legislatura, el descomunal desfase entre gastos e ingresos generó una barbaridad de facturas «extrapresupuestarias» que aún no han podido asumirse en su totalidad.

Salvador Gregori y Alícia Izquierdo, respectivamente coordinador de Economía y Hacienda y concejala de Políticas Económicas, revelaron ayer que, en estos momentos, el ayuntamiento paga en una media de solo 18 días. Parece un milagro para un consistorio en quiebra absoluta hace unos meses y que, según los informes de los técnicos del departamento, está saliendo del hoyo gracias a la contención en el gasto y al cumplimiento de la previsión de ingresos.

«Son datos mejor de los esperados. Se han superado las previsiones», indicaron ayer Gregori e Izquierdo, quienes felicitaron a todos los concejales del Gobierno local, y especialmente a la alcaldesa y a la vicealcaldesa, por la «disciplina presupuestaria» que han conseguido imponer. Fruto de eso, a mediados de enero pasado ya se habían pagado todas las facturas de 2016, salvo aquellas que, por distintos motivos, están bloqueadas a la espera de nueva documentación o análisis.

«Estos datos confirman que nosotros hicimos un presupuesto realista y no varios presupuestos ilegales», señalaron los dos responsables municipales, quienes también auguraron que a lo largo de este 2017 serán capaces de incluir en el presupuesto que ahora analiza el Ministerio de Hacienda los aproximadamente seis millones de euros en facturas «extrapresupuestarias» que aún quedan en los cajones pertenecientes a los años anteriores a la gestión del PSPV-PSOE y Més Gandia.

Como es sabido, Gandia está sometida, por orden del Ministerio de Hacienda, a un plan de ajuste económico que se prolongará muchos años y que, entre otros aspectos, ha impedido al actual Gobierno local llevar a cabo algunos de los aspectos que presentaron en su programa electoral. Entre estos, la recuperación de la gestión pública de las «escoletes» municipales porque ese plan les impide contratar a más personal.