? Dependiendo de la evolución del estado de deterioro del colegio público Francesc Carròs, los alumnos seguirán cursando allí sus estudios o tendrán que abandonarlo por su propia seguridad. Si ahora o en el futuro eso llega a producirse, el ayuntamiento ya ha mostrado a la Generalitat toda su disposición para ceder durante el tiempo que sea necesario las instalaciones municipales de las que dispone.

De la misma manera, ni los padres ni el ayuntamiento verían mal que se tuviera que optar por colocar barracones prefabricados en el caso de que el colegio, en todo o en parte, deba ser desalojado.

Todo para evitar que, especialmente a partir del curso próximo, haya padres que opten por intentar matricular a sus hijos en colegios de municipios cercanos o en los centros concertados existentes en la ciudades de Gandia y de Oliva, una idea que algunos se plantean.