Quienes quieran actuar urbanísticamente en el área del Rafalí de la Font d'en Carròs, que constituye el casco urbano histórico, tienen que solicitar autorización a la Conselleria de Cultura, dado que este espacio está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2009 y es la dirección de Patrimonio la que tiene que garantizar que una obra no rompa con la tipología del mismo.

Eso lleva a que, en los casos más exagerados, algunos propietarios hayan tenido que esperar un año para disponer de la preceptiva licencia de obras.

A esa situación quiere poner fin el Ayuntamiento fontero mediante la redacción y aprobación por parte de la Generalitat de un Plan Especial del Rafalí que determinará con todo detalle qué y qué no se puede hacer en esa zona urbana histórica que rodea lo que fue el antiguo Castell del Rebollet, origen de la población.

Con esa finalidad, ayer mismo el concejal de Urbanismo fontero, Emili Josep Marcet, y la concejala de Turismo, Irene Vercher, se reunieron con Conxa García, responsable de Asesoramiento Municipal de la Diputación de València, a la que pidieron colaboración para agilizar ese Plan Especial y aprobarlo cuanto antes.

Un coste de 20.000 euros

Según señaló ayer el alcalde de la Font, Pablo Puig, el Plan Especial del Rafalí costará unos 20.000 euros, pero el ayuntamiento ha conseguido que la diputación aporte un 40% de ese dinero, de manera que se podrá tramitar más rápidamente. El ente provincial también asesorará sobre cómo debe redactarse el documento.

Cuando la Generalitat apruebe definitivamente el Plan Especial del Rafalí, serán los propios servicios urbanísticos del Ayuntamiento de la Font los que, cumpliendo con lo establecido, emita directamente las licencias de obras que hoy, por su tardanza, exasperan a muchos propietarios.

El alcalde Puig incluso recordó ayer a este periódico lo mucho que le costó al ayuntamiento conseguir la autorización de Patrimonio de la Generalitat para habilitar un jardín botánico a los pies de la muralla medieval, inaugurado el pasado mes de enero, y eso a pesar de que toda la obra se ejecutaba en superficie.