Convertir la zona de la Mitja Galta y los alrededores del Club Náutico de Oliva en el eje central de la Playa de Pau-Pi y principal polo de atracción turística y ciudadana es el objetivo de los dos proyectos elaborados por el arquitecto Enric Pellicer Llopis, que ha bautizado con el nombre de Reforma del Passeig de la Mitja Galta y Remodelación de las conexiones peatonales y en bici de las zonas de la Mitja Galta con el área Kiko y Vall de les Fonts-Burguera-Camí de la Torre. La idea se planteó en la iniciativa municipal OlivaFutur, tendente a disponer de proyectos consensuados con los vecinos para ejecutarlos cuando se disponga de la financiación suficiente.

Según ese proyecto, el análisis de los desplazamientos por la zona y todas las necesidades que tiene la playa olivense constatan «un potencial muy importante en esta zona por la confluencia de una gran playa con el Náutico».

Los objetivos planteados consisten en recuperar los espacios circundantes que están desaprovechados, crear nuevas áreas de aparcamiento y mejorar las conexiones. Para ello, Pellicer propone potenciar las áreas peatonales y de circulación de bicicletas en detrimento del coche.

La propuesta presentada plantea una mejora del área de la Vall de les Fonts en su confluencia con el puerto deportivo y la Vall de Burguera como un elemento central alrededor del cual se propone un carril bici y diversos aparcamientos en batería en la avenida del Llaurador, con aceras anchas y siete metros de carriles para la circulación rodada.

El área de intervención propuesta en el proyecto supone un total de 35.000 metros cuadrados y una inversión para su ejecución que supera el millón de euros.

La Mitja Galta

Respecto a la zona de la Mitja Galta, con una longitud de 280 metros lineales, la idea consiste en convertirla en un área ajardinada, con accesos directos a la playa, una zona de aparcamientos en la entrada desde Virgen del Mar, que incluiría un kiosco, y otro aparcamiento junto a la escollera. En ese lugar se abriría una gran plaza de 7.000 metros cuadrados que serviría para la realización de actividades, desde conciertos a atracciones infantiles o la ubicación del Castillo del Desembarco de los Moros y Cristianos.

La zona colindante al mar se resolvería de forma ondulada con vegetación de sistema dunar y se crearían espacios de bancos, juegos infantiles y zonas verdes. Algunos vecinos pidieron poder aparcar a la puerta de sus casas, algo que no se contempla en la propuesta, que plantea un carril bici y tránsito prácticamente peatonal por la zona.