El vecino de Benifairó de la Valldigna que el pasado miércoles se vio involucrado en una discusión en la que llegó a mostrar una katana aseguró ayer a Levante-EMV que su acción se debió a que dos varones, vecinos de Tavernes de la Valldigna, se presentaron en su casa con malos modales y empezaron a insultarle y pegarle patadas a la puerta de la vivienda.

Además, asegura que, al contrario de lo que en un principio se creyó, ninguna persona resultó herida porque «ni ellos me tocaron a mí ni yo les toqué a ellos». Indica que la mujer que fue atendida por una ambulancia tras la refriega sufría un corte en la mano que se provocó ella misma «abriendo una lata de atún en su casa unas horas antes de venir aquí». Es más, asegura que «ella ni siquiera estuvo presente en la discusión, se quedó en el coche y luego apareció con el corte, cuando ya se había acabado la discusión y yo ni la había visto». Niega que amenazara a la pareja e insiste en que si sacó la katana fue «porque vinieron a pegar patadas a mi puerta y no dejaban de insultarme».

El asunto estuvo relacionado con la venta de un coche por parte del vecino de Benifairó a uno de los dos de Tavernes. El nuevo propietario del vehículo no había abonado parte de las tasas por el cambio de nombre, que normalmente paga el comprador y que, pese a que era él quien incumplía, fue a su casa a reclamarle unos 70 euros.