n Una pareja que residía en un piso ocupado propiedad de un banco ha sido detenida en Gandia acusada de un delito de incendio que obligó a desalojar a toda la finca, poniendo en riesgo al resto de inquilinos.

Los hechos sucedieron hace dos semanas en la calle Pintor Segrelles de la capital de la Safor. La Policía Local, alertada por los vecinos, llamó a los bomberos al recibir el aviso de que se estaba produciendo un incendio. A la llegada de los profesionales que actúan contra el fuego vieron que el humo invadía buena parte del edificio y que el fuego se había originado en el sofá situado en el salón de la casa. Tras apagar las llamas y airear el bloque, se permitió la entrada a los vecinos.

A partir de ahí, la Policía Nacional, que realizó el correspondiente atestado, averiguó que algo raro pasaba y que posiblemente el fuego se hubiese declarado por una cuestión de venganza.

Esa es la hipótesis que se confirmó tras el informe remitido por el equipo de los Bomberos del parque de Gandia y tras corroborar la mala relación que los dos inquilinos detenidos mantenían con el resto de los vecinos que residen en la finca.

Según informó ayer la Policía Nacional, la pareja, ambos de origen español y de 35 y 36 años de edad, había causado molestias a los vecinos y, fruto de ello, habían mantenido discusiones. Los residentes les exigían que respetaran las normas de convivencia.

La reacción de los dos okupas fue amenazar con prender fuego al piso cuando se marcharan de ese lugar. Al principio pocos le dieron importancia a este hecho, pero el incendio demostró que hablaban en serio.

La Policía Nacional averiguó las identidades de los sospechosos y tras las comprobaciones pertinentes y ser localizados, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de incendio.

Los detenidos, con antecedentes policiales, tras prestar declaración han sido puestos en libertad, no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando fueran requeridos para ello.

Según pudo saber ayer este periódico, el fuego tuvo lugar en una tercera planta de la finca de la calle Pintor Segrelles, y los bomberos tuvieron problemas para acceder al lugar, dado que se trata de una vía peatonal con árboles en el centro que bloqueaban el paso de los camiones.

El mayor riesgo de este suceso habría sido para los residentes de la cuarta planta, pero las mismas fuentes indicaron que no había nadie cuando, a eso del mediodía, se originó el fuego, apagado en muy tiempo.