Decenas de veces el Ayuntamiento de Gandia ha anunciado que los vecinos del nuevo complejo urbanístico del Grupo Simancas iban a ocupar sus viviendas «en breve» sin que haya podido cumplir la palabra. Pero esta vez es diferente.

El coordinador de Urbanismo, Vicent Mascarell, mantendrá reuniones desde hoy hasta el lunes próximo para comunicar a los 41 propietarios de las viviendas situadas en los dos edificios por estrenar que ya es momento de entregar las llaves.

Se hará, eso sí, después de constituir la comunidad de propietarios y de elegir a un presidente o presidenta, porque es ese organismo el que tendrá que gestionar desde este momento los espacios comunes de lo que fueron cuatro bloques de viviendas precarias y que se ha convertido en un nuevo espacio urbano de calidad con una gran plaza central.

En el año 2006 empezó a gestionarse el que ha sido uno de los procesos administrativos más complejos llevados a cabo por el Ayuntamiento de Gandia. Se trataba de modificar el Plan General de Ordenación Urbana para derribar cuatro bloques de pisos construidos después de la guerra civil y, eliminando tres calles intermedias, construir un parking subterráneo para cerca de 400 coches, una gran plaza central y dos edificios que albergarían, como así ha sido, 104 pisos, el mismo número que antes había en los cuatro bloques demolidos. Hasta 2010 no se pudieron iniciar las obras, para lo cual se tuvo que realojar a algunos de los vecinos, que han percibido dinero por ello.

Problemas de gestión, retrasos por problemas con los afectados, la entrada en concurso de acreedores de la empresa constructora y un sinfín de escollos más han hecho que todos se equivocaran a la hora de pronosticar la entrega de pisos. Primero lo anunciaron miembros del Gobierno local de Arturo Torró y después los nuevos representantes del de Diana Morant.

Es ahora, superados todos esos trámites, cuando se entregarán las llaves. Si se mantiene la propuesta, el 7 de mayo se constituiría la comunidad de propietarios e, inmediatamente, se permitirá la entrada en las viviendas.

Responsables municipales indicaron ayer a este periódico que en las últimas semanas ya se han llevado a cabo gestiones con las empresas suministradoras de electricidad y agua para que los propietarios sean atendidos lo antes posible cuando acudan a solicitar el alta de esos dos servicios esenciales.

Los dueños de las antiguas viviendas que decidieron disponer de una de las nuevas, con una superficie de entre 45 y 70 metros cuadrados, han tenido que abonar distintas cantidades económicas, dependiendo del tamaño, la ubicación en los dos edificios, las subvenciones percibidas, los descuentos por realojo y si el piso se queda en régimen libre o está sometido a protección oficial.

Gestión del parking subterráneo

Junto a los dueños de las viviendas, una de las propietarias del nuevo complejo Simancas es la empresa que se ha quedado el parking subterráneo, de tres plantas. A partir de esa entrega de las llaves, también la mercantil podrá iniciar la comercialización de ese espacio para coches, bien sea mediante el alquiler, la venta o, si lo estima oportuno, abrirlo como negocio para explotarlo comercialmente, como cualquier otro parking privado que funciona en la ciudad.