La administración número 96 de Valencia ha repartido 10.800.000 euros al vender las 180 series del quinto premio 22418 de la Lotería de Navidad, número que tenía "muchos abonados, algunos de toda la vida".

Así lo ha asegurado Mari Luz Sancho, hermana del administrador de esta oficina situada en el número 49 de la calle Francisco Cubells de Valencia, que ha señalado que ha sido un número "muy repartido por todo el barrio", en el distrito Marítimo de Valencia.

"Se ha vendido a la falla J.J. Dómine, a una empresa de lubricantes de Puçol, a bares de este barrio y a un montón de vecinos", ha señalado Mari Luz, quien ha indicado que la administración ha comenzado a llenarse de gente tras salir el número premiado.

La propia Mari Luz es una de las afortunadas, ya que se ha quedado con uno de los décimos premiados, por el que percibirá 6.000 euros.

Según ha señalado, se trata de un "número muy bonito" al que hay abonados "de toda la vida", entre ellos la comisión fallera de J.J.Dómine, que ha distribuido los décimos en participaciones.

La comisión fallera Doctor J.J. Dómine-Port ha repartido 948.000 euros al vender del quinto premio 22418 un total de 158 décimos en participaciones, un dinero que "vendrá muy bien" a los miembros de esta falla, algunos de los cuales se encuentran en el paro.

Así lo ha asegurado Fernando Beltrán, presidente de esta falla, quien ha señalado que incluso había falleros que tenían previsto darse de baja de la comisión porque no podían hacer frente al pago de las cuotas de la falla.

La empresa de Puzol Aceites Lubricantes Sash tenía diez series del 62.718, por lo que ha repartido 600.000 euros entre los empleados, que en declaraciones han asegurado estar "de fiesta" por el premio.

El premio también les ha tocado a los cincuenta trabajadores de la empresa Uasac Iberia del Puerto de Valencia, cercana a la administración, que habían comprado al menos un décimo cada uno.

Los empleados de esta empresa se han enterado del premio cuando han ido a almorzar, como ha señalado Miguel Maicas, trabajador de Uacas Iberia que invertirá los 12.000 euros que le han tocado por los dos décimos que jugaba "en regalitos de Navidad".

Su compañero Jorge Llombard también había jugado dos décimos, pero en su caso el dinero irá destinado "a invertir, porque la cosa no está para hacer gasto", aunque asegura que "algún regalito caerá".

Hasta la administración, situada en la calle Francisco Cubells, también se ha acercado Jorge Martínez, un particular que se ha llevado 6.000 euros de un décimo y que se ha enterado "por Internet", si bien al principio no se lo había creído y ha "salido corriendo" a la administración a comprobarlo.

La administradora, que ha explicado que el 62.718 es el número de los que tiene asignados que más abonados tiene porque "suele tocar", ha abierto una botella de cava para brindar con algunos de los agraciados que se han acercado hasta su establecimiento, como una vecina que ha salido al balcón para anunciar, a voz en grito, que se había llevado el premio.

También han brindado junto a María Luz tres empleados de otra empresa del Puerto de Valencia, Teresa, David y Rosa, quienes se han enterado del premio "por los medios de comunicación" y que al principio pensaban que solo les había tocado "una devolución".

También un empresario, que no ha querido decir su nombre, ha sido agraciado con 30.000 euros de cinco décimos del 62.718, un número al que jugaba desde hace cuatro años "aunque no es muy bonito".

"Siempre ves en la televisión como la gente se emociona y parece que nunca te llega a ti, pero al final llega la recompensa", ha aseverado el empresario.

Uno de los afortunados es Salvador Crespo, jefe de la banda de cornetas y tambores de El Canyamelar y que, según ha explicado a los medios de comunicación, tiene a todos los miembros de la familia --cinco- en paro. El agraciado ha señalado que tenía un décimo que ha resultado premiado con 6.000 euros. En ese momento, estaba viendo el sorteo en casa con su hija y ha subrayado que están "muy contentos" dada la situación en la que se encuentra la familia. "Es un pequeño pellizco, pero algo hará para estas fiestas y para ayudar en lo que tenemos en casa", ha señalado.

En una de las empresas afortunadas entre los empleados con este quinto premio, trabaja un afortunado que, en ese momento estaba de baja por lo que el décimo se lo compró una compañera. El empleado ha explicado que va dedicar el dinero a comprarle un coche a su hija que se ha sacado esta semana el carnet de conducir.

Otra de las afortunadas es Pilar, propietaria de un kiosco en la calle Escalente, que ha explicado que el lotero le hace el favor de llevarle por las noches los décimos a casa. Ayer se le olvidó y esta mañana, aún cuando no había pagado el décimo, a las 9.30, nada más abrir, se lo ha llevado al kiosco. "Su honradez demestra lo que ha hecho siempre conmigo", ha dicho, ya que si no se lo hubiera guardado ahora no estaría "tan contenta".

Asimismo, se ha acercado hasta la administración otro chico joven, que trabaja en amarradores, y que cuando fue a la administración, le pidió a la lotera que le diera ese número concreto porque pensaba que era "número de gordo". Los 6.000 euros que ha recibido le han venido "fenomenal" porque hace poco sufrió un accidente de coche.