La duquesa de Cambridge, Catalina, quien desde su boda con el príncipe Guillermo se ha convertido en uno de los miembros de la familia real británica más populares, cumplió ayer 30 años con una fiesta privada y "discreta".

La prensa británica publicó que el príncipe Enrique, hermano de Guillermo, preparaba una fiesta "sonada" para su cuñada, pero la sonriente Catalina optó por una celebración a puerta cerrada con familiares y amigos para evitar la enorme atención mediática que genera.

Esta semana el príncipe Guillermo retomará su trabajo como copiloto de helicópteros en la base militar de Anglesey, donde reside la pareja, tras varios viajes al extranjero.

El pasado domingo, los duques de Cambridge se dieron un baño de masas en el estreno de la película Caballo de guerra. Catalina apareció con un modelo de encaje muy ceñido, sin rastro de embarazo pese a los rumores que apuntaban a que la reina haría el anuncio oficial en Navidad.